La mejoría de Alemania y Francia recorta el déficit comercial español
Las exportaciones españolas lograron en octubre su máximo anual, aliviadas por la recuperación de Francia y Alemania, sus dos principales destinos. El déficit comercial acumulado en los diez primeros meses del año se situó en 41.256 millones de euros, prácticamente la mitad que un año atrás.
El desplome de las exportaciones imperante durante el conjunto del año comienza a moderarse gracias a los indicios de recuperación económica en la zona euro. Según los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, entre enero y octubre las ventas de bienes españoles en el exterior cayeron un 18,8% en términos interanuales, pero la caída se moderó hasta el 10,5% en el mes de octubre.
Entre los principales mercados, las exportaciones que menos se han resentido en los diez primeros meses son las dirigidas a Francia y Alemania (-15,2% y -13,8%), dos países que abandonaron la recesión ya en el segundo trimestre del año. La caída de las ventas a esos destinos se amortigua aún más cuando se toma como referencia únicamente octubre (-5,3% y -6,4%, respectivamente).
En comparación con la situación exportadora, la caída de las importaciones se ha atenuado bastante menos: frente al 29% de descenso entre enero y octubre, en este mes aún caían el 19,3% en tasa interanual.
La tasa de cobertura recupera casi diez puntos respecto al año pasado
Esa distinta evolución tiene un corolario positivo, consecuencia paradójica de la recesión que sufre España desde hace un año y medio. Las necesidades de ahorro exterior se han rebajado drásticamente al compás del deterioro de la inversión interna.
Ese reajuste está sirviendo para atenuar el déficit comercial, que supone el grueso de la balanza de pagos. La diferencia entre exportaciones e importaciones se ha recortado a la mitad respecto al año pasado: entre enero y octubre sumaba 41.256 millones de euros, un 49,2% menos. Lejos de deberse a una mejora competitiva, la aminoración del déficit se debe a la mencionada depresión de la demanda interna, que ha lastrado las importaciones.
Las dudas empresariales sobre la recuperación económica han desplomado la inversión interior en bienes de equipo, pero también sus importaciones, que cayeron en un tercio entre enero y octubre respecto al ejercicio anterior. En todo caso, el mayor descenso en términos de valor comerciado, tanto en exportaciones e importaciones, se produce en los productos energéticos, fruto de la caída del precio medio del petróleo en ese intervalo.
El siguiente capítulo exportador que más está sufriendo la crisis mundial es el de las semimanufacturas no químicas, con un 30% de caída. En cambio, las ventas de alimentos (-7,5%) o manufacturas de consumo (-7%) han acusado menos menos la negatividad de la coyuntura. La tasa de cobertura exportadora, que mide el cociente entre las exportaciones y las importaciones, ha experimentado una recuperación paralela a la del saldo comercial al alcanzar el 76%, casi diez puntos más que en el ejercicio anterior.