Según la reseña del Consejo de Ministros, el FMI aprobó el pasado julio una amplia reforma de la asistencia para países en desarrollo, que responde a las peticiones de la comunidad internacional, especialmente de la cumbre del G-20 de Londres y del Comité Monetario y Financiero Internacional, para reforzar la capacidad del Fondo.
El objetivo es ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los efectos de la crisis financiera global y cumplir con los objetivos de reducción de la pobreza a medio plazo.
La reseña señala que la contribución española al Fondo Fiduciario para el Crecimiento y Reducción de la Pobreza computa como Ayuda Oficial al Desarrollo y supone un apoyo a la labor del Fondo Monetario Internacional en los países en desarrollo, en línea con el compromiso de España con los Objetivos del Milenio.