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Han participado 224 entidades

El BCE completa la última inyección de liquidez anual a la banca

Al fin llegó la última ronda de dinero casi gratis para los bancos de la zona euro. El Banco Central Europeo (BCE) adjudicó hoy a los bancos comerciales 96.397 millones de euros en la que ha sido su última subasta a un año. La cifra, sin embargo, es menor a la esperada.

Según informó hoy el BCE, 224 bancos comerciales de la zona del euro participaron en esta operación extraordinaria de refinanciación, la cual se liquidará mañana y vencerá el 23 de diciembre de 2010.

Los bancos recibieron toda la liquidez requerida pero a diferencia de las dos operaciones a un año celebradas anteriormente no sabrán cuanto costará el préstamo hasta la fecha de vencimiento.

El Consejo de Gobierno del BCE acordó el pasado día 4, por consenso y tras una larga discusión, que en vez del 1 por ciento fijo aplicado anteriormente, en esta ocasión se cargaría el interés resultante de la media del tipo mínimo de puja de las operaciones de refinanciación hechas durante el periodo de vida de esta operación.

Con esta fórmula intermedia entre el tipo fijo y variable, "neutral" según palabras del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, la autoridad monetaria quería dejar claro que una cosa es su política de liquidez y otra la monetaria. De hecho, tras el anuncio de Trichet los indicadores sobre expectativas de tipos no se movieron.

En declaraciones días antes de esta última subasta anual, el miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del BCE José Manuel González-Páramo dijo que esta forma de remuneración relativamente novedosa de la operación a un año ha sido entendida por los bancos. Opinó que la aplicación de esa fórmula no esconderá sorpresas pues "si uno mira el horizonte del interbancario a un año no ve ninguna sacudida".

La primera subasta a un año de plazo se celebró el pasado día 24 de junio y a la misma concurrieron 1.121 bancos de la eurozona con peticiones de liquidez, todas ellas satisfechas, que sumaron los 442.240 millones de euros.

Fue la máxima cantidad otorgada nunca por la autoridad monetaria, un indicador de la sequía del mercado interbancario en esas fechas y de la urgencia y necesidad de medidas que impulsarán la reactivación de la economía de la zona del euro, sumida en la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.

La segunda subasta anual tuvo lugar el día 12 de septiembre, pero la demanda fue sensiblemente inferior. En esta ocasión sólo llamaron a la puerta del BCE 589 bancos con una solicitud total de liquidez de 75.000 millones de euros.

Tampoco el BCE esperaba una concurrencia en masa en tanto que el próximo trimestre hay comprometidas varias operaciones a un tipo fijo y adjudicación plena. "Los bancos acudirán en función de sus necesidades", aventuró González-Páramo para recordar seguidamente que "el sistema sabe que el BCE siempre hará lo necesario para que los bancos saneados tengan acceso a la liquidez necesaria".

Otra razón en contra de una concurrencia en masa de los bancos a esta última subasta es que comprometer su financiación a un año significa poner una garantía por un año y eso no es gratis.

La supresión de las subastas anuales forma parte de la estrategia de salida que se ha fijado el BCE para normalizar el mercado, una vez superado el riesgo sistémico global provocado por la quiebra de Lehman Brothers.

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