Las entidades financieras españolas moderan las peticiones de financiación al BCE
La deuda de las entidades españolas con el Banco Central Europeo (BCE) moderó su crecimiento mensual en noviembre, tras marcar un nuevo máximo en octubre, y se situó en 79.011 millones de euros, un 35,7% más que hace un año.
Este importe es el saldo vivo que las entidades financiera residentes en España aún tienen pendiente de devolver al BCE como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido previamente. Esta apelación al BCE registró el nivel más alto del año en octubre, al superar los 82.000 millones.
Ahora, bancos y cajas intentan reforzar su liquidez con emisiones y la captación de depósitos, estrategia que varias entidades tendrán que reforzar, puesto que el próximo miércoles el BCE realizará su última subasta extraordinaria de liquidez con vencimiento a un año.
La demanda de las entidades españolas al BCE se incrementó de manera notable en la segunda mitad de 2008 por la crisis subprime. Este importe se situó por debajo de los 50.000 millones hasta septiembre del pasado ejercicio, cuando se recrudeció la crisis tras la caída del Lehman Brothers, y a partir de este mes inició una senda ascendente que aún no ha finalizado.
La reapertura de los mercados mayoristas no ha reducido la petición de financiación de las entidades españolas ante el BCE, al considerarse su apelación muy barata, a tipos del 1%.
El importe que las entidades españolas aún tienen pendiente de liquidar representaba en noviembre el 13,6% del conjunto de la apelación de los grupos financieros del eurosistema -tradicionalmente era del 10%-. Pese a ello, los bancos españoles siempre han negado que el descuento de papel ante el BCE refleje una señal de debilidad o dependencia.
La demanda conjunta también bajó, hasta los 580.453 millones de euros, cifra similar a la de hace un año. La banca alemana es la que acude más al BCE para obtener liquidez al acaparar más del 40% del total.