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Ocio

Alonso del Yerro, a la busca de la excelencia en el vino

María, su caldo estrella, catalogado entre los mejores de Ribera del Duero

Cuando en 2007 Viñedos Alonso del Yerro decidió dejar desierta la añada de su mejor caldo, María, presentaba una declaración de intenciones en toda regla: apuesta extrema por la excelencia. Un pedrisco había diezmado la calidad de la uva, y Javier Alonso y María del Yerro no estaban dispuestos a correr el riesgo de ofrecer un producto que mermase el nivel de las primeras añadas. María es el vino estrella de un proyecto que arrancó en 2002 en la Ribera del Duero, con una producción limitada que ronda las 10.000 botellas al año, y que prestigia a una bodega familiar que comercializa también, con 60.000 botellas, el Alonso del Yerro. María ha entrado ya por derecho propio en ese pequeño parnaso del vino que constituye la selección del reputado especialista norteamericano Robert Parker, con una calificación de 95 puntos.

Javier Alonso y su esposa, María del Yerro, pusieron en marcha en 2002 en las colinas de Roa de Duero, cabalgando a pleno lomo de la Ribera, su proyecto enológico, con 26 hectáreas de cepas de tempranillo. Plantadas en 1989 a más de 800 metros de altitud, están dispuestas en espaldera en cuatro faldas de sedimentación y orientación diferentes, para proporcionar a sus vinos la riqueza que buscaban. A la meticulosidad de Javier y María añadieron el asesoramiento del especialista francés Stéphane Derenoncourt, con una reconocida hoja de servicios en los châteaux en Burdeos, y el trabajo directo del enólogo Lionel Gourgue.

En un mercado tan exigente y competitivo, el valor añadido está en los detalles. Y en Viñedos Alonso del Yerro se cuidan. Alta exigencia en todo aquello que está en contacto con el viñedo, que es quien proporciona la materia prima, con labores que en ocasiones llaman la atención de los lugareños pero que suman (abono orgánico, vendimia muy tardía para apurar la maduración, siembra selectiva de cereal para drenar determinados sedimentos de la tierra), y sobriedad en la bodega, en la elaboración, pese a disponer del mejor equipo técnico.

Tras vendimiar en cajas de 12 kilos, el mosto fermenta durante unos 30 días en tinas de acero inoxidable. La fermentación maloláctica se hace en barricas de roble francés de primer uso, donde madura la crianza 18 meses, antes de poner las botellas bordolesas en el mercado.

María es un vino intenso, de color casi negro, con los aromas frutales y florales de la cereza y la violeta. Con alto contenido alcohólico, está indicado para todas las carnes, sobre todo las de caza, y compite, como los mejores vinos de autor, con los caldos más reputados y selectos de la Ribera del Duero. Su hermano menor, Alonso del Yerro, tiene una crianza más limitada, pero contiene los fundamentos de calidad de María.

Para consolidar la calidad, Javier Alonso y María del Yerro pretenden controlar las dimensiones de su explotación, modificando detalles en la elaboración de los caldos, aprovechando el discurso que ofrecen cuando son degustados. El 70% de la oferta se destina al exterior, buena parte a EE UU, donde es bien valorado. La única ampliación de la oferta de Viñedos Alonso del Yerro vendrá con un vino con denominación de origen Toro, donde la bodega ha adquirido las primeras vides.

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