La dura carrera hacia los Oscar
Las productoras estadounidenses acumulan sus apuestas de prestigio al final del año con la esperanza de convertirlas en una de las diez aspirantes finales al premio de la Academia

El pasado junio, la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas estadounidense anunció una novedad significativa: por primera vez en 66 años, las candidatas al Oscar a la mejor película serán diez, y no cinco. La medida toma la temperatura de la importancia que la industria concede a estos premios como casi la única carta de presentación para que las películas serias llamen la atención en un panorama cinematográfico cada vez más monopolizado por las grandes producciones de acción, mientras el cine más reflexivo parece haberse exiliado a la televisión.
Hoy por hoy, los Oscar condicionan totalmente el calendario de las majors de Hollywood, que concentran sus estrenos oscarizables en las últimas semanas de diciembre. La intención es que las películas estén lo más recientes posibles en la memoria de los votantes, así como aprovechar para los estrenos internacionales inmediatamente posteriores al anuncio de las candidaturas, que se producirá a comienzos de febrero. La ceremonia de entrega se hará este año el 7 de marzo.
De esta forma, mientras en el resto del mundo la práctica totalidad de los estrenos de diciembre son películas familiares, en Estados Unidos estos días llegan a las salas títulos como Invictus, lo nuevo de Clint Eastwood; Nine, el musical repleto de estrellas -incluyendo a Penélope Cruz-; o Up in the Air, la película que, según la crítica norteamericana, refleja el sentimiento estadounidense ante la crisis económica. Todas han tenido incontables pases previos para la prensa, que ya ha anunciado sus primeros galardones, con las tres citadas como principales mencionadas para los premios de la temporada.
Ya hubo diez candidatas a mejor película durante nueve años, de 1934 a 1943, y se recupera la norma por motivos comerciales
Junto a ellas, suenan algunas películas independientes, como el drama en Harlem Precious, el duro acercamiento a la guerra de Iraq The Hurt Locker o el retrato de la realidad iraní -con ojos hollywoodienses- de The Stoning of Soraya M. Sin embargo, lo cierto es que las películas que pueden verse más beneficiadas por el incremento en el número de candidaturas son títulos de carácter más popular.
Casi podría decirse que la decisión de aumentar a diez el número de finalistas, cifra habitual entre 1934 y 1943, está directamente causada por la excelente recepción que el año pasado tuvo El caballero oscuro, la última película de Batman. Arrasadora en la taquilla, favorablemente juzgada por la crítica y abrumadoramente alabada por los internautas, que llegaron a colocarla como la cuarta mejor película de todos los tiempos en la popular web Internet Movie Database (www.imdb. com), el filme de Christopher Nolan sólo cosechó dos galardones: el de sonido y el de mejor actor secundario para el fallecido Heath Ledger.
Por ello, no sería de extrañar que en este ejercicio aspirara al Oscar a mejor película algún título más popular: de ahí el estreno tardío, por ejemplo, de la versión de Sherlock Holmes realizada por Guy Ritchie, y en la que Robert Downey Jr. encarna al detective decimonónico, con Jude Law como el doctor Watson. Malditos bastardos, de Quentin Tarantino, o incluso Watchmen podrían tener oportunidades en este mismo sentido.
También puede ser ésta una buena ocasión para que accedan al gran premio los títulos más destacados del cine de animación. Los estrenos del estudio Pixar llevan varios años tocando a esa puerta, y puede que este año les llegue el turno con Up. Igualmente están haciendo presión desde Disney para conseguir que Cuento de Navidad, su combinación de animación e imagen real, concurra a premios grandes. En esta línea espera llamar la atención Avatar, el gran estreno mundial de esta semana con el que James Cameron vuelve a la actividad cinematográfica.
Las opciones de Haneke
Como de costumbre, el premio a la mejor película extranjera se presenta como el más incierto, aunque todo hace indicar que la candidata española, El baile de la victoria, de Fernando Trueba, no tiene esta vez muchas opciones. La alemana La cinta blanca, Palma de Oro en Cannes, es la favorita prematura, lo que serviría además para dar su primer Oscar a uno de los grandes del cine europeo actual como es Michael Haneke. También han despertado el interés de la crítica estadounidense películas como la francesa Un profeta, un duro drama social, o la chilena La nana.
La ceremonia de este año contará con otras novedades, como la eliminación de la entrega de los Oscar honoríficos, que se anunciaron el pasado mes de noviembre con un galardón a Lauren Bacall como punto más destacado. Estará presentada por primera vez por un dúo, el formado por Steve Martin y Alec Baldwin, que vienen de protagonizar juntos la comedia No es tan fácil.
Las principales aspirantes según la prensa estadounidense
Up in the air. George Clooney pone rostro a la crisis. La rutilante carrera de George Clooney ha llegado al punto en que necesita el reconocimiento de un gran premio como protagonista. En su nueva película, se ha asociado con uno de los directores jóvenes mimados por Hollywood, Jason Reitman, para contar la historia de un ejecutivo especializado en despidos que recapitula sobre su vida.Nine. Musical con reparto de estrellas. La función que Antonio Banderas lideró en Broadway, trasunto del 8 1/2 de Federico Fellini, llega a la pantalla de la mano de Rob Marshall, que consiguió seis Oscar con el que es hasta ahora su único film, Chicago. En esta ocasión, el director en crisis que sueña con las mujeres de su vida es encarnado por otro favorito de la Academia, Daniel Day-Lewis. Las mujeres de su vida que pueblan el reparto son Penélope Cruz, Marion Cotillard, Nicole Kidman, Sofia Loren, Kate Hudson o Judi Dench.The Hurt Locker. Llegan las películas de la guerra de Iraq. Si 1978 fue el año de las películas de Vietnam, con El cazador o El regreso, 2009 puede ser el turno de premiar los títulos sobre la presencia militar estadounidense en Oriente Próximo. El más espectacular es The Hurt Locker, rodado por Kathryn Bigelow en Jordania, que refleja las andanzas de un grupo de desactivación de explosivos en Bagdad. Brothers y The Messenger se acercan al conflicto desde la mirada de quienes se quedan; Woody Harrelson ha resucitado su carrera interpretando en la segunda a un especialista en comunicar las bajas a las familias.Avatar. Un presupuesto récord en busca de prestigio. Tras 12 años sin novedades después de la película más oscarizada de la historia, Titanic, James Cameron volvió a la acción para realizar la película más cara de la historia. Con sus 500 millones de dólares de coste según los últimos informes, los resultados comerciales están por verse, pero la expectativa que la figura de Cameron despierta en Estados Unidos garantizan que, como mínimo, su visita a un planeta extraterrestre estará entre las finalistas en muchas categorías.Un tipo serio. Los hermanos Coen vuelven a Minnesota. Los hermanos más populares de Hollywood ponen un paréntesis a su exitosa carrera rodeados de estrellas para embarcarse en un proyecto barato, a la manera de sus primeras películas, y rodado en su Minnesota natal, donde ya situaron éxitos como Fargo. En esta ocasión, la película retrata a una familia judía con claros tintes autobiográficos.Malditos bastardos. La visión de la guerra de Quentin Tarantino. Estrenada hace meses en todo el mundo, esta película bélica ha vuelto a demostrar la capacidad de Tarantino para lanzar -o relanzar- carreras, en este caso la del poco conocido Christoph Waltz, actor austriaco convertido en el villano de moda de la temporada. Otros directores conocidos por películas menores estrenadas este año, que tal vez consigan candidaturas, son Peter Jackson, con Desde mi cielo; Ang Lee, con Destino: Woodstock; Steven Soderbergh, con El soplón; Barry Levinson, con Algo pasa en Hollywood, o Sam Mendes, con Un lugar donde quedarse.Una educación. El encanto del cine romántico inglés. Entre las aspirantes a los Oscar nunca falta una producción inglesa, con frecuencia para llevarse estatuillas. La producción más destacada de este año parece Una educación, un romance situado en los años sesenta, con guión de Nick Hornby y dirigida por una danesa miembro del equipo Dogma, Lone Scherfig. También son aspirantes un par de películas de época, Bright Star -biopic de John Keats- y La reina Victoria.La apuesta. Invictus. Eastwood se despide en Sudáfrica. Basada en el libro de John Carlin El factor humano, Invictus recoge desde el punto de vista de Nelson Mandela la final de la Copa del Mundo de rugby de 1995, cuando utilizó ese acontecimiento deportivo para galvanizar a su país. Además de Morgan Freeman, que encarna a Mandela, en el reparto destaca Matt Damon como el capitán del equipo, François Pienaar. Eastwood ha anunciado que es su última película y el Mundial de fútbol se celebra en Sudáfrica... Una película con muchos elementos para premio.
Las recaudaciones en España emergen de la crisis
La crisis que en los últimos años venía reduciendo la afluencia a las salas de cine en España parece haberse detenido en los últimos meses. El pasado fin de semana ya se superaron los 81 millones de recaudación obtenidos por el cine español el año pasado, con un mes por delante para alcanzar los 106 millones de euros que supondrían la mejor marca desde 2001.La razón ha estado en los sucesivos estrenos de éxito en los dos últimos meses, concretamente Rec2, Ágora, Celda 211, Planet 51 y Spanish Movie. Ninguna de ellas estuvo en la terna de aspirantes nacionales a los próximos Oscar, que finalmente se decantó por El baile de la victoria.Otro dato positivo sobre la retomada ilusión de los espectadores españoles por el cine son los resultados de Luna nueva. La película de vampiros consiguió la mayor recaudación de la historia en un fin de semana: diez millones de euros.
Las cifras
500 millones de dólares (325 millones de euros) costó 'Avatar', récord histórico.10 millones de euros recaudó en España 'Luna nueva' en el fin de semana de su estreno.