_
_
_
_
_
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Tiene libertad un ejecutivo para opinar?

Hoy no hago declaraciones porque llevo zapato plano. Con esta frase despachó Esperanza Aguirre a los periodistas un día que a ella no le apetecía hablar con los medios de comunicación, a los que previamente había convocado. No es una salida de tono aislada. Desde hace tiempo, los políticos acostumbran, siempre que les viene en gana, a ofrecer ruedas de prensa sin preguntas, en una clara falta de respeto, no ya hacia los periodistas, sino hacia los ciudadanos, en definitiva hacia sus clientes, que son aquellos que les proporcionan empleo, gracias a sus votos.

La moda, poco a poco, se va extendiendo hacia el mundo empresarial, y de vez en cuando algún empresario se permite el lujo de no hacer declaraciones cuando se encuentra con un grupo de periodistas. Quiero pensar que es por inseguridad, que no por desconocimiento del negocio que gestiona, pero la tendencia cada vez va más al alza. Lo compruebo, semana tras semana, cuando entrevisto a altos ejecutivos para este suplemento, que aparecen arropados por una cohorte de asesores. Pocas veces el entrevistado recibe a solas al periodista. ¿A qué tiene miedo?, ¿no está capacitado para opinar, que necesita el beneplácito de su director de comunicación o de su equipo directivo? Recientemente realicé una entrevista a una alta ejecutiva y en el despacho éramos siete personas, incluido el fotógrafo. Lo más divertido es que había momentos en los que no sabía quién respondía porque a cada instante había alguien que libremente aportaba algún dato o algún comentario. Había momentos en que la empresaria sólo intercambiaba miradas con sus asesores que le iban indicando si todo iba conforme a lo previsto. Semejantes gestos sólo indican inseguridad y poca capacidad para asumir un cargo al que se le presume cierta capacitación profesional. Siempre he creído que un ejecutivo, cuando ocupa un alto cargo de responsabilidad, viste la camiseta corporativa y, por tanto, está capacitado para salir airoso de cualquier situación y sabe lo que le conviene a su empresa en cada momento.

En cambio, hace unas semanas entrevisté a la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y sólo nos acompañó su directora de comunicación, que en ningún momento intervino, ni reprendió a su jefa, que no eludió ninguna pregunta y en todo momento sabía lo que tenía que comentar. Un ejemplo del que se debería tomar nota.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_