El A400M por fin vuela
Con 15 minutos de retraso, pero ha despegado. A las 10.15, el A400M, el avión de transporte militar de EADS-Airbus, ha despegado por primera vez desde la planta que el grupo aeroespacial tiene en San Pablo (Sevilla). Tras tres años de retraso inicia la fase de pruebas en vuelo en un acto que ha estado presidido por el Rey y que ha contado con la presencia del ministro de Industria, Miguel Sebastián, y Carme Chacón, ministra de Defensa.
El prototipo de A400M, que ha aterrizado a las 14:05 horas, ha realizado un vuelo de tres horas y 50 minutos, en el que ha recorrido entre 200 y 300 kilómetros bajo los mandos de dos pilotos, uno español, Ignacio Lombo, y otro británico, Edward Strongman, con una tripulación formada por cuatro ingenieros franceses.
El proyecto de este tipo de transporte nació en el año 2003, tras el acuerdo alcanzado por siete países europeos que se comprometieron a la compra de 180 unidades, con un importe del programa de cerca de 20.000 millones de euros. Estos países eran Alemania (60 unidades), Francia (50), España (27), Reino Unido (25), Turquía (10), Bélgica (7) y Luxemburgo (1). Posteriormente se unieron al proyecto Sudáfrica, con ocho aviones, y Malasia, con cinco unidades.
Recientemente y tras los retrasos acumulados por el desarrollo del avión, más de dos años, y el aumento del precio del mismo, el gobierno sudafricano ha decidido suspender la compra. El A400M pertenece a una moderna concepción estratégica y tecnológica de lo que debe de ser un avión de transporte militar capaz de aterrizar en todo tipo de terreno y en pista corta, por lo que los expertos lo consideran idóneo, tanto para acciones militares como de ayuda humanitaria.
Tiene una capacidad de carga de 37 toneladas, posee una longitud de 45,1 metros, una envergadura de 42,4 metros, y una altura de 14,5 metros. Monta cuatro motores TP400 que le permiten desarrollar una autonomía de entre 3.295 y 6.390 kilómetros. Por su tamaño se encuentra por detrás de los dos gigantes transportes militares, el Antonov AN225, ruso, fabricado en Ucrania, que es el mayor del mundo, con 84 metros de longitud, y el Lockheed C5 Galaxy, estadounidense, que tiene una longitud de 75 metros.