Iberdrola cree que sin energía nuclear habrá que invertir 35.000 millones más
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, dijo hoy que el sector eléctrico deberá invertir 110.000 millones de euros hasta 2030 para garantizar el suministro y advirtió de que, si España prescinde de la energía nuclear, la factura eléctrica deberá elevarse en unos 35.000 millones.
Hay que decir "ya" si la opción es construir centrales nucleares de cuarta generación o centrales térmicas con secuestro y almacenamiento de CO2, dijo Sánchez Galán, que subrayó que si no se toman decisiones "adecuadas" con tiempo suficiente "nos podemos encontrar en la década de los 20 a los 30 con problemas puntuales de suministro".
El presidente de Iberdrola urgió al Gobierno y los partidos políticos a alcanzar cuanto antes acuerdos en materia energética, ya que se trata de inversiones que precisan de largos periodos de maduración -diez o quince años- y porque el sector necesita estabilidad regulatoria para captar financiación.
Sánchez Galán hizo estas declaraciones tras comparecer en la subcomisión del Congreso constituida para definir la estrategia energética de España para los próximos 25 años.
Según cálculos de Iberdrola, en el horizonte 2020 habrá que invertir en España 50.000 millones de euros en redes de distribución y transporte, así como en el desarrollo de las interconexiones internacionales.
En generación no hará falta invertir, dadas las actuales inversiones en centrales de gas e hidráulicas de bombeo y los 16.000 megavatios (MW) de renovables preasignados recientemente por el Gobierno, apuntó Sánchez Galán.
De cara a 2030, y suponiendo que todas las centrales existentes en la actualidad sigan funcionando, se tendrán que invertir 60.000 millones de euros, fundamentalmente en nueva generación y renovables (18.000 MW).
Si se opta por el cierre progresivo de las centrales atómicas, la factura se elevará hasta los 90.000 ó 95.000 millones de euros y habrá que instalar 21.000 MW convencionales nuevos, lo que romperá con la tendencia de reducción de emisiones y elevaría los costes del sistema.
Además, Iberdrola considera que mantener las plantas nucleares existentes permitiría ahorrar al sistema 4.000 millones de euros anuales hasta 2050.
Sánchez Galán recordó que detrás de la energía renovable es imprescindible que haya otras centrales, principalmente de gas, que puedan entrar automáticamente cuando no sopla el viento o no hay sol y que, dado que su funcionamiento es muy limitado en horas necesitan un tratamiento económico específico que las haga rentables.
En cuanto al coste de las energías "verdes", Iberdrola (mayor eólica del mundo) calcula que las instalaciones de renovables asignadas hasta 2013 supondrán unas primas anuales de 6.300 millones de euros, el triple que en 2008.
La mayor parte de las ayudas corresponden a tecnologías "no maduras", como la termosolar o la fotovoltaica, que, a su juicio, encarecen el coste de la energía un 25 por ciento.