Bruselas asegura que una reforma laboral en España podría mejorar sus previsiones económicas
Las previsiones de la Comisión Europea para España, que calculan una salida de la recesión más tardía que en otros países y una evolución económica más débil, serían distintas si este país acometiese una reforma laboral.
Una reforma que, además, debería incidir sobre los problemas que más afectan al mercado de trabajo español: su excesiva segmentación y la baja ocupación de jóvenes y mujeres.
Así lo reconocieron fuentes comunitarias en un seminario celebrado esta semana en Bruselas sobre los retos económicos de la próxima Presidencia española de la UE.
Según las mismas fuentes, en la Comisión ya no hay duda de que se ha iniciado la recuperación, aunque no se puede descartar que haya recaídas en la evolución del PIB de los estados miembros cuando se retiren las medidas de estímulo.
Pese a todo, no se ven sólo riesgos a la baja, porque hay datos recientes, como la menor subida del desempleo conocida esta semana, que invitan al optimismo.
Aunque se ha iniciado la salida de la crisis, ésta ha dejados dos importantes lastres para los estados europeos: la deuda y el desempleo.
En España, el mayor problema es el paro, y desde Bruselas se cree que las previsiones económicas serían otras para este país si tuviesen en cuenta una eventual reforma laboral, a la que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero estaría ahora dispuesto.
En cualquier caso, las citadas fuentes recuerdan que la Comisión no debe decir cómo debe ser esa reforma en España, donde el mayor desempleo que hay que absorber es el de la construcción, un sector que debe además ajustar su producción hasta las 400.000 o 450.000 viviendas al año.
Pese a los problemas que afectan a España, las preocupaciones de la Comisión se dirigen más a otro país, Grecia.
El malestar es claro con Grecia, que con el cambio de Gobierno revisó sus previsiones de déficit para este año y las elevó del 3,5% del PIB que calculaba la anterior administración, conservadora, al 12% que prevé ahora el Gobierno socialista.
Por eso se está trabajando con las autoridades griegas para que tomen medidas urgentes y cambien su política económica para reconducir sus cuentas.
España afronta la Presidencia de la UE en un momento crucial para la economía, y entre sus objetivos deberá estar el de poner de acuerdo a los estados miembros sobre los objetivos y los instrumentos que han de utilizarse para resolver el elevado déficit y su consecuencia no menos grave, el aumento de la deuda pública.
Además, la Presidencia se produce en un periodo de numerosos cambios con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, con la que Bruselas asume un mayor poder para influir en las políticas económicas.
Y es que la Comisión no dará ya sólo opiniones, sino que hará recomendaciones y propuestas en esta materia que los estados miembros se verán obligados a analizar en el seno del Ecofin, el Consejo de Ministros de Finanzas de la UE, que tendrá que pronunciarse al respecto.
Según las fuentes citadas, España tiene bien preparados los objetivos y cuestiones a tratar en las reuniones que celebrará el Ecofin en el primer semestre, una de las cuales tendrá lugar en Madrid en abril.
Otro de los cambios que trae el Tratado de Lisboa es el del mayor reconocimiento del Eurogrupo -que forman los ministros de Finanzas de la zona del euro- del que también se espera que profundice en la política económica y en la estrategia internacional de los países de la moneda única.
Para el conjunto de la Unión, se espera que la nueva organización institucional acabe con el problema que ha habido sobre la representación de la UE en los foros económicos internacionales.
Así, según las citadas fuentes, Europa debe contar ahora con una representación más coherente que la que ha tenido hasta ahora en foros como el G20.
En este primer semestre de Presidencia española habrá además otra decisión que tomar, la de la entrada de más países en el euro, y sólo uno, Estonia, se perfila como nuevo miembro de la zona del euro, para lo que cuenta con claras posibilidades, según las mismas fuentes.