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Empresario clave en la economía valenciana

Emilio Serratosa se jubila y deja la presidencia de Nefinsa

Su hijo Javier también presidirá Air Nostrum

Emilio Serratosa se jubila. Con los 73 años en el horizonte y tras cinco décadas al frente de Valenciana de Cementos, primero, y Nefinsa, después, Serratosa ha sido un empresario clave en la economía valenciana y también en la española. No en vano, con la venta de la empresa creada por su padre, su suegro y su abuelo, Valenciana de Cementos a Cemex por 125.000 millones de pesetas de las de 1992, protagonizó la mayor operación corporativa de Europa de aquel año. La operación, además, tuvo un episodio crítico, con un enfrentamiento con Banesto, entonces dirigido por Mario Conde, que pretendía constituir un grupo industrial y quiso comprar, sin éxito, la cementera.

Ya con Nefinsa, con sus cinco hijos, impulsó distintas inversiones con los beneficios obtenidos, repartidos con sus hermanos. Tras entrar en negocios como la telefonía móvil, creando la red de tiendas Nefitel, o en el sector medioambiental, con su presencia en Gamesa, la gran apuesta de Nefinsa fue la puesta en marcha de Air Nostrum, compañía de vuelos regionales, una iniciativa arriesgada pero que salió adelante gracias a su alianza con Iberia.

Otro momento decisivo es la toma de control del Grupo Uralita, la primera opa hostil que tuvo éxito en España, y que supuso una inversión de más de 150 millones de euros.

Su hijo Javier Serratosa, actual presidente de Uralita, será el nuevo presidente de Nefinsa y de Air Nostrum. El otro hijo que sigue en Nefinsa, Gonzalo, sigue como director general.

Nefinsa se ha convertido en el family office de Emilio Serratosa y dos de sus hijos, Javier y Gonzalo. Tiene participaciones en Uralita, Air Nostrum y Vueling (fruto de la fusión con Clickair). Durante los últimos años desinvirtió en los negocios no estratégicos, como la histórica participación en Colebega, embotelladora de Coca-Cola.

Su tercer hijo varón, Pablo, que también fue directivo de Nefinsa, dejó la empresa por discrepancias en la gestión. Ahora, con sus dos hermanas, gestiona Zriser, que ya ha invertido en Siliken y Baviera.

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