La reforma concursal busca evitar los tribunales en algunos de sus procesos
La reforma de la Ley Concursal tratará de reducir los costes y los plazos de tramitación de los concursos, lo que a su vez busca rebajar la carga de trabajo en los juzgados mercantiles, que tramitan este tipo de procesos. Así lo ha asegurado el secretario general técnico del Ministerio de Justicia, Santiago Hurtado, en una entrevista a la agencia Efe.
El grupo de trabajo, integrado por 19 expertos, tiene intención de dotar de mayor profesionalización y mayor responsabilidad a los administradores concursales, de forma que adopten aquellas decisiones de menor relevancia. "La idea es que tengan un mayor peso como colaboradores para desjudicializar el proceso y liberar carga de trabajo administrativo a los jueces para que puedan tomar sus decisiones", declaró Hurtado.
Para reducir los plazos se prevén ajustes adicionales para que el concurso tome cuanto antes una decisión sobre si es necesario liquidar toda la compañía o sólo algunos activos, o bien es necesario promover un convenio de acreedores, que facilite la supervivencia de la empresa.
Además, algunos sectores piden que los importes que los acreedores reclaman a las empresas insolventes se comuniquen directamente a los administradores concursales y no directamente al juzgado, como se hace actualmente.