Sol Meliá se convierte en la primera 'cadena hotelera de la biosfera'
El vicepresidente de Sol Meliá, Sebastián Escarrer, anunció ayer que la cadena ha sido la primera en el mundo en conseguir el certificado de Compañía Hotelera de la Biosfera por parte del Instituto de Turismo Responsable (ITR), que está avalado por la Unesco. La certificación compromete a la compañía con la mejora de aspectos relacionados con la sostenibilidad en los ámbitos medioambientales, sociales y culturales.
Durante la presentación de la obtención de la certificación, a la que asistieron representantes de la Unesco, del Instituto de Turismo Sostenible y de la Organización Mundial del Turismo, Escarrer aseguró que ésta implica "una ventaja competitiva de cara al futuro", ya que, en su opinión, la sostenibilidad "es una rentabilidad sostenible en el tiempo".
El vicepresidente de Sol Meliá explicó que el turismo es una de las industrias que, con un bajo impacto medioambiental, aportan mayor valor añadido a las sociedades y a las economías de aquellos países que se desarrollan en destinos turísticos. y que "sin sostenibilidad no hay turismo. La industria turística no puede ser rentable sin sostenibilidad.
Escarrer desveló que el proceso de certificación ha durado 13 meses, ha supuesto una inversión de más de 100.000 euros y que en su obtención ha trabajado un equipo de 70 personas.
Para poder ser certificada, la cadena debía tener un porcentaje mínimo del 10% de sus hoteles certificados por algún órgano acreditador reconocido. En este sentido, Sol Meliá cuenta con 15 hoteles reconocidos como Hotel de la Biosfera, ocho cuentan con el sello Green Globe, siete con el sello ISO 14001 y cuatro más están certificados por el Reglamento Comunitario de Eco-gestión y Eco-auditoría (Emas).
Además, en el plano medioambiental se han tenido en cuenta aspectos como la estandarización de la iluminación ecoeficiente, la reducción del consumo energético o la facturación electrónica.
En el plano social, se valoraron aspectos como la política de compras sostenibles o a proveedores locales (aproximadamente un 90% de los productos se adquieren en las zonas en las que se encuentran presentes los hoteles). Además, en el aspecto cultural la cadena potencia las costumbres locales así como la integración de elementos arquitectónicos o artísticos o la promoción de la artesanía local.