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Figueruelas exige los porcentajes acordados con Magna

GM plantea concentrar la producción del Corsa en Eisenach

General Motors estudia desviar toda la producción del Corsa tres puertas a su fábrica de Eisenach (Alemania), lo que alteraría sustancialmente el acuerdo suscrito con Magna. Figueruelas exige que, como mínimo, se respete el acuerdo con el fabricante de componentes.

General Motors podría trasladar toda la producción del Corsa tres puertas a su fábrica alemana de Eisenach. La propuesta fue formulada por el vicepresidente de Manufacturas de la multinacional, Reinald Hoben, en la última reunión del comité reducido europeo. Pedro Bona, único representante español en este comité, avisó de que Figueruelas se opondrá a cualquier cambio que empeore lo pactado con Magna. El presidente interino de Opel , Nick Reilly, precisó que esta cuestión deberá ser negociada con los sindicatos en ambas plantas.

El preacuerdo suscrito con Magna garantizaba a Figueruelas un volumen de producción del 70% frente al 30% asignado a Eisenach. Estos porcentajes quedarían definitivamente fijados en el 72% y 28%, respectivamente, a partir del 2013, año del lanzamiento de nuevo Corsa en la planta zaragozana. Bona defendió ante a Magna los porcentajes de producción, frente a la concentración por modelos ahora sugerida por GM.

El sindicalista subraya que los porcentajes "son mucho más claros, porque, en caso contrario, actúan muchos factores, que pueden alterar la relación entre plantas", explica. Así, si por ejemplo el tres puertas se vende peor, Eisenach no podría alcanzar el 30%, y superarlo en caso contrario. Y los cambios en el lanzamiento de nuevos modelos también influirían decisivamente. Una eventual cancelación del reemplazo del Combo alteraría también, sustancialmente, la relación productiva, en perjuicio de Figueruelas.

El plan industrial, adelantado en la reunión de Rüsselsheim, tiene aún varios aspectos importantes por negociar, aunque GM quiere cerrarlo antes de concluir el año. Un plazo que a los sindicatos les parece muy corto, dados los numerosos frentes abiertos.

Figueruelas, por ejemplo, tiene una conflictiva relación con Eisenach y debe concretar todavía la aplicación de los despidos y el plan de ahorro. Rüsselsheim no acepta que los despidos anulados en la planta de Ellesmere Sport (Reino Unido), con la que comparte el Astra, le hayan sido transferidos. Y Amberes recuerda que la fabricación del todoterreno, no garantizada en el plan, fue la contrapartida por su renuncia a producir otro modelo.

Figueruelas logró en el plan de Magna mantener la estructura productiva de la fábrica y con GM tiene garantizado el papel de primera planta. La fábrica zaragozana podría recibir, esta misma semana, la visita de ejecutivos de GM para negociar los aspectos del plan industrial que afectan.

La cifra

70% es el porcentaje de volumen de producción que se había asegurado la planta de Figueruelas en el preacuerdo suscrito con Magna.

No habrá trabajadores en el consejo

Uno de los cambios importantes que introduce el plan industrial de General Motors respecto a Magna se refiere a la contraprestación que los trabajadores recibirán a cambio de los sacrificios exigidos por la reestructuración.El grupo austriaco canadiense reservaba a la representación laboral el 10% en la propiedad de la nueva Opel.En cambio, la multinacional estadounidense se limitará a compensar retributivamente a cuenta de beneficios que prevé alcanzar a partir del ejercicio 2012.El porcentaje se estima que podría superar, en el mejor de los casos, el 10%, pero el presidente interino Reilly eludió concretarlo.El primer ejecutivo reiteró la semana pasada que prevé presentar los planes para Opel a mediados de diciembre. Reilly explicó que "hemos desarrollado un plan sostenible para el futuro, que incluye el objetivo de rentabilidad".

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