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Los efectos de la crisis trascienden las fronteras nacionales y llegan hasta las poblaciones de la costa peruana

España exporta la recesión a los productores latinoamericanos

España se abastece ahora de espárrago chino, que es hasta un 40% más barato que el peruano

Cosecha de espárrago blanco en las pampas de Virú, en la costa norte de Perú.
Cosecha de espárrago blanco en las pampas de Virú, en la costa norte de Perú.Celso Roldán

Cuando Danper, una esparraguera de capitales daneses y peruanos, compró en las pampas de Virú, en la costa norte de Perú, un lote de 1.300 hectáreas para producir su propia materia prima, las mejoras en este pueblecito asentado entre cerros y cañaverales se sucedieron de forma tan rápida que por un momento sus habitantes pensaron que el fin del abandono en que habían estado sumidos durante años estaba cerca.

Pero ahora que los consumidores al otro lado del mundo han dejado de comprar las conservas que exporta la empresa, se han quedado con la ingrata sensación de que todo fue flor de un día.

"Estamos agradecidos porque al principio, cuando llegaron, nos apoyaron bastante, pero últimamente se han endurecido y ya no esperamos mucho de ellos", se queja el alcalde del pueblo, Edgar García.

Desde que Danper se afincó en la zona hace cinco años, los humildes habitantes de Huancaquito Alto se ganan la vida cosechando espárragos en el campo que la empresa ha hecho florecer en el desierto.

La hortaliza que desentierran con sus propias manos no forma parte de la dieta habitual de los peruanos, como la papa o el arroz, sin embargo se ha convertido en el producto estrella del país con exportaciones que el año pasado bordearon los 450 millones de dólares (303 millones de euros) en sus tres presentaciones: fresco, conserva y congelado.

El boom del espárrago no sólo ha servido para diversificar la oferta agrícola de Perú, concentrada en café, algodón y azúcar, sino también para que poblaciones como ésta, salgan de la pobreza extrema.

A pesar de que Danper ya recibía suministro eléctrico en la finca, presionó a la distribuidora para que sus vecinos también recibieran el servicio. Y el camino que conduce al pueblo, que siempre había sido una trocha cubierta de monte, fue despejado y aplanado por maquinaria del municipio con combustible donado por la empresa.

Unos motociclistas conocidos como 'almuerceros' llevan los menús de las empleadas hasta el fundo. / Celso Roldán
Unos motociclistas conocidos como 'almuerceros' llevan los menús de las empleadas hasta el fundo. / Celso Roldán

Pero los pobladores de Huancaquito dicen que hace ya varios meses que ésta no responde a sus llamadas con la misma generosidad. "Lo de la luz es inolvidable. Como ése, queremos otro apoyo: una plaza que sea lo máximo", dice García.

Para Danper, en cambio, las prioridades de la población son otras. Una biblioteca, por ejemplo. "Es importante que ellos interpreten bien lo que significa esta alianza", dice Rosario Bazán, directora general de Danper. "Ellos no deben esperar que los ayudemos siempre en todo porque los recursos son escasos y hoy podemos tener, pero mañana no".

Estos particularmente, son tiempos para la austeridad en el sector. De enero a julio, las ventas peruanas de conservas de espárrago han caído un 34% interanual hasta los 48 millones de euros. Y los envíos a España, el mercado más grande, han bajado desde septiembre de 2008, en línea con el total de las importaciones españolas procedentes de Perú que en los nueve primeros meses del año caen hasta los 374,6 millones desde los 543,8 millones.

En el caso de Danper, España representó el año pasado sólo el 19% de sus ventas, que sumaron unos 43 millones.

"España nunca ha sido nuestro principal mercado porque ha tenido siempre una política enfocada en el precio antes que en la calidad", explica Jorge Arangurí, director de la empresa. Ya el año pasado, asegura, España se abasteció casi en su totalidad de espárrago chino, que es entre 30% y 40% más barato que el peruano. "En la búsqueda de precios bajos, España no ha dudado en comprar a China. Eso se va a acentuar conforme la crisis se agudice".

En compensación, Danper está aumentando sus ventas de conservas a Francia. "La diferencia es abismal. El consumidor francés está más tranquilo. El español, no. Piensa ahora más en el bolsillo que en el cuidado de la salud y la calidad".

Durante la cosecha, las mujeres desentierran el espárrago blanco con sus propias manos.
Durante la cosecha, las mujeres desentierran el espárrago blanco con sus propias manos.Celso Roldán

Cosechar en el desierto por cinco euros diarios

El trapo que llevan amarrado en la cabeza para protegerse del frío y del sol apenas deja ver sus rostros, pero la mayoría de trabajadores que agroindustriales como Danper emplean en la cosecha de espárrago son mujeres jóvenes que han migrado de la sierra u otros pueblos de la costa en busca de trabajo y viven en cuartos que alquilan por 50 soles (12 euros) en alguna de las numerosas aldeas vecinas.

A pesar de que son la base de una industria que en los últimos 10 años ha contribuido como pocas al fuerte crecimiento experimentado por la economía peruana, el progreso todavía llega con cuentagotas a sus poblaciones.

En Huancaquito Alto, por ejemplo, la gente habita en precarias casas de barro y esteras que carecen de agua potable y alcantarillado. A falta de desagüe, hace sus necesidades en letrinas instaladas al borde de las acequias, por lo que las infecciones respiratorias y estomacales son frecuentes.

La presencia del Estado en la zona se reduce a una escuela y un pequeño dispensario donde un médico y dos enfermeras tienen que darse abasto para atender a 5.200 habitantes.

En la finca trabajan 48 horas a la semana a cambio de un jornal de 21,46 soles (5 euros), aunque si superan un mínimo de producción, reciben un bono de 21 céntimos por cada kilo neto cosechado. A la hora del refrigerio, comen el menú de 3,5 soles que unos motociclistas conocidos como almuerceros llevan hasta el fundo.

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