China sigue a EE UU y compromete una rebaja de emisiones ligada al PIB
El órdago que, contra todo pronóstico, lanzó el miércoles Barack Obama ha dado resultado. El presidente de EE UU, el país que más contamina del mundo, comprometió el miércoles unos objetivos de recortes de emisiones del 17% sobre niveles de 2005 para 2020 que crecerían con los años. Ayer, China, el segundo país más contaminante, respondió con una propuesta que llevará a la cumbre del clima en Copenhague y que por primera vez incluye una fórmula concreta de su teórica aportación a la reducción de emisiones.
Pekín, anunció el compromiso de rebajar entre un 40% y un 45% del PIB las emisiones de dióxido de carbono en 2020 tomando como año base 2005. Esta relación entre las emisiones y la evolución de la economía se conoce como "intensidad de carbono" y es un concepto algo engañoso porque en el caso de que China siga creciendo, o lo haga, como es previsible, a mayor ritmo, las emisiones aumentarían.
El presidente del país, Hu Jintao, ya anticipó en la sede de la ONU en Nueva York cuál sería la fórmula que iban a usar pero no concretó ningún porcentaje. India, el otro gran país emergente, usará el mismo baremo. Ambos países han sido muy críticos con el bloque occidental y creen que estos deberían recortar sus emisiones un 40% sobre niveles de 1990.
Las ofertas de China y de EE UU no han satisfecho a la UE, donde hay objetivos más ambiciosos. Ayer, el presidente de turno, el sueco Fredrik Reinfeldt, y el de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, reconocieron los pasos de China pero advirtieron que las propuestas de este país y de EE UU "decepcionarán a algunos". Ambos confiaron en que sea "el principio del camino".
Japón eleva el nivel de la cumbre
Japón ha sido una de las naciones que más ha negociado con China un compromiso para poder tener una negociación con contenido en la cumbre de Copenhague. Esta nación ha llevado al extremo su aportación para poder presionar así al país vecino. En concreto, Japón, propone reducir las emisiones de gases en un 25% en 2020 respecto a los niveles de 1990, un objetivo que supera al de EE UU y al de la UE. Además, Tokio se comprometería a aumentar la ayuda a países en desarrollo que necesiten rebajar sus emisiones.