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Laboral

Los controladores retan a AENA con un plante de trabajo a reglamento

Las relaciones entre los controladores aéreos y AENA pasan por su peor momento de la última década. El colectivo de 2.400 profesionales ha tomado la decisión de no realizar más horas extraordinarias y, desde el pasado viernes, aplica de manera estricta el reglamento de operaciones. Las repercusiones de la protesta comenzarán a ser patentes en el puente de la Constitución.

Un controlador aéreo en su puesto de trabajo frente a una pantalla de organización del tráfico.
Un controlador aéreo en su puesto de trabajo frente a una pantalla de organización del tráfico.REUTERS

Las relaciones, nunca fáciles, entre el colectivo de los 2.400 controladores aéreos españoles y la empresa que les da trabajo, AENA, pasan por su peor momento de la última década. Los profesionales que tienen a su cargo la dirección del tráfico en los cielos nacionales han tomado la decisión de expresar su protesta negándose a realizar más horas extraordinarias.

Esta práctica de la ampliación voluntaria de la jornada laboral a cambio de una compensación económica ha sido la solución pactada que ha permitido absorber el incremento del tráfico aéreo en los años de bonanza, mientras que el número de personas que pertenecen al colectivo permanecía inexplicablemente estancado.

La renuncia a ampliar la jornada laboral como forma de protesta se está combinando desde el pasado viernes con la realización del llamado "trabajo a reglamento" por el que los controladores aplican de manera estricta y preventiva todas las medidas que aparecen en manual de operaciones y procedimientos, con lo que los movimientos del tráfico de aviones se ven ralentizados.

Fuentes del sindicato de controladores USCA han confirmado la situación de malestar que reina en el colectivo y han señalado que han invitado a sus afiliados a abstenerse de realizar ninguna hora extraordinaria más. En relación con la actitud de "no favorecer la colaboración con AENA para hacer más fluido el tráfico de aviones" han negado que promuevan un movimiento de este tipo. El sindicato niega que exista una situación de "ruptura" en las negociaciones con la empresa (ayer mismo las partes mantuvieron una reunión), pero califican la relación entre las partes como "bloqueadas".

Fuentes de AENA, por su parte, han reconocido la tirantez de la situación. "Hemos mantenido multitud de reuniones en las que constatamos de manera reiterada el inmovilismo de la representación sindical de los controladores. El objetivo de la dirección de la empresa es mejorar los ratios de productividad del colectivo que, según Eurocontrol, son los más bajos del continente. Pero el único objetivo del USCA es mantener sus privilegios y unos ingresos por trabajador que, de media, se sitúan en 300.000 euros anuales".

El trasfondo del conflicto, una vez más, es el nuevo convenio colectivo. Las partes han intentado renovar este marco de sus relaciones laborales, pero en los últimos cinco años han sido incapaces de alcanzar un pacto.

Fuentes de las compañías aéreas que se muestras "preocupadas" por las repercusiones del conflicto en ciernes, han señalado que la restricción en la práctica de las horas extraordinarias de control, así como el trabajo a reglamento "pueden no tener una repercusión grave el tráfico durante la próxima semana". Están seguros, sin embargo, que las consecuencias del desajuste se harán notar "con toda su virulencia" a partir del comienzo del mes de diciembre, con el puente de la Constitución, en el tráfico de vacaciones de los emigrantes con destino a Latinoamérica y, sobre todo, durante las próximas fiestas de Navidad.

La rebelión contra la máquina de fichar

El grado de enfrentamiento entre los controladores aéreos y la dirección de AENA está cuajada de pequeños encontronazos que se suceden desde que, en abril de 2009, la empresa pública decidió denunciar, de manera unilateral el acuerdo suscrito por ambas partes y que se conoce como "pacto para la ampliación de la jornada". Este acuerdo, que no posee rango de convenio colectivo, tiene ya siete años de antigüedad y ha sido prorrogado en varias ocasiones. Reconoce al colectivo de controladores la posibilidad de incorporarse a una modalidad de horario laboral ampliado en un 40% del tiempo y su sueldo en una cuantía también muy significativa. Según las condiciones del propio pacto, la denuncia unilateral tendría que producirse con un año de antelación, por lo que, si no media un entendimiento sobre el convenio colectivo en los próximos meses, AENA tendrá que renunciar a casi la mitad de la disponibilidad laboral para llevar adelante su cometido de control el próximo uno de abril.En este ambiente de crispación, la dirección de la empresa ha enviado un comunicado a los controladores en el que se les advierte que a partir de diciembre todo los miembros del colectivo estarán obligados a fichar. La medida ha sido recibida con "indignación" por los controladores quienes consideran que se trata de una iniciativa que sólo tiene como objetivos "enrarecer el ambiente en el puesto de trabajo".Fuentes de USCA han señalado que no entienden la posición que ha adoptado la dirección de AENA en los últimos meses. "Creen que los controladores somos un colectivo que, en el inmediato futuro, seremos prescindibles, pero la realidad ha demostrado que la tendencia es la contraria".

Protesta

Obviar el término huelga de celo-Seguridad: el trabajo a reglamento es una modalidad de protesta que utilizan los colectivos cuyo cometido tiene contenidos significativos de seguridad.-'Charlie': los trabajadores que lo promueven se niegan a calificarlo de huelga de celo. En el sector aéreo estas protestas se conocen como Charlie.-Dificultad: poner coto a este tipo de protestas es legalmente complicado.

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