El Banco de Inglaterra podría tardar dos o tres años en subir los tipos de interés
El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Mervyn King, admitió hoy que la institución podría requerir unos dos o tres años para endurecer su actual política monetaria, que mantiene los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5%, así como para comenzar a desprenderse de los activos adquiridos en el marco de las medidas excepcionales adoptadas por el banco, puesto que la recuperación prevista "no es particularmente fuerte".
En su intervención ante el Comité Parlamentario del Tesoro, King admitió la dificultad de precisar "cuándo hacerlo y en cuánto hacerlo", aunque señaló que el BoE subirá tipos y venderá dichos activos "en un periodo de dos o tres años", pero sin precisar que decisión tomarán primero.
No obstante, tanto el gobernador del BoE como algunos miembros del Comité de Política Monetaria de la institución apuntaron ante la comisión parlamentaria la posibilidad de que el instituto emisor británico ponga fin a su programa de compra de activos mediante la emisión de reservas, que en la última reunión del BoE fue ampliado hasta los 200.000 millones de libras (221.000 millones de euros), si se confirma el inicio de la recuperación.
"Si mantuviéramos nuestra política y las compras de activos todos los meses de manera indefinida acabaríamos inyectando tanto dinero que no sólo provocaríamos subidas en el precio de los activos, sino inflación, incumpliendo nuestro objetivo", afirmó King.
Las últimas proyecciones del BoE contemplan que la economía británica por fin abandonará la recesión en el cuarto trimestre de 2009 y que registrará un crecimiento del PIB del 2,2% en 2010 y del 4,1% en 2011, frente al 1,9% y 3,1% previsto anteriormente.
No obstante, el máximo responsable de política monetaria de Reino Unido precisó que, a pesar de que puedan observarse algunas tasas de crecimiento altas a corto plazo debido a lo acusado de la contracción, "no se espera una recuperación particularmente fuerte" y advirtió de que la economía todavía se enfrenta a "profundos desafíos".