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Reestructuración

Las cajas recuerdan su papel para que no haya exclusión financiera

Las cajas de ahorros, entidades que llevan meses protagonizando titulares por la reestructuración del sistema financiero, consideran que el mundo político, el crecimiento de la morosidad y la caída del crédito están eclipsando su papel social y cómo han logrado que en España no exista exclusión financiera.

Desde varias de esta entidades, que prefieren no identificarse debido a que se sienten "algo víctimas" del proceso de fusiones y reducción de redes actualmente puesto en marcha, se recuerda la diferencia que existe entre el modelo de banca que se disfruta en España y el que se realiza en muchos de los países del entorno o incluso en Estados Unidos.

Subrayan que, mientras en muchos de estos países -que destacan por su capacidad de recuperación económica- es muy difícil abrir una cuenta corriente o domiciliar el pago de un recibo mensual -como la luz o el agua-, en España prácticamente todos los ciudadanos pueden acercarse a una entidad y abrir una cuenta sin muchas exigencias.

A pesar de que en Latinoamérica y Alemania -donde existen cajas que son públicas y están respaldadas por los presupuestos de los ayuntamientos- existen entidades parecidas a las cajas españolas, su modelo presenta peculiaridades "únicas", como que deban destinar el 50 por ciento de sus beneficios a reservas.

Las 45 cajas que existen en España -que no tienen espíritu de lucro ya que de sus resultados no pueden derivarse beneficios particulares- gestionan más de la mitad de los recursos captados entre las empresas y las familias y lideran la actividad crediticia del sistema financiero español.

Con el resultado de sus cuentas afrontan, en primer lugar, el pago de impuestos de sociedades, al tiempo que constituyen reservas para reforzar su capitalización y solvencia, mientras que el excedente queda libre para sus labores de Obra Social.

Muchos habitantes, especialmente en el medio rural, carecerían de numerosos servicios asistenciales sin la labor social de las cajas, mientras que quedarían prácticamente excluidos del sistema financiero si, debido a los parámetros que se esgrimen actualmente para justificar el cierre de las oficinas "no rentables", las sucursales de muchos pequeños municipios se cierran.

En muchas pequeñas localidades, donde las oficinas bancarias no son rentables para la entidad, sólo las sucursales de las cajas están presentes, por lo que acercan el sistema a un sector de la población que de otro modo podría quedar prácticamente excluido.

Desde estas entidades se destacó también que, en un entorno de crisis económica, que comenzó siendo financiera, ha sido muy importante que las cajas no coticen en Bolsa como los bancos, ya que, si así hubiera sido, el impacto de la crisis sobre el sistema español, debido a la gran volatilidad de los mercados de renta variable, hubiera sido mucho más acusado.

Sobre la "politización" que padecen estas entidades abogan por que se analice cómo a lo largo de décadas aquellas personas que se han incorporado a la estructura de una caja han "olvidado" desde qué ámbito se les propuso para centrarse en el trabajo de la entidad y su labor social.

La aportación a las acciones de la Obra Social de estas entidades de crédito constituidas bajo la forma jurídica de fundaciones de naturaleza privada, se ha incrementado en los últimos ejercicios y el pasado año se destinaron recursos por más de 2.000 millones de euros, después de que en los últimos años un 25% de sus beneficios después de impuestos se destinase a estas acciones.

También hacen hincapié en la labor que desarrollan en la restauración y conservación del patrimonio histórico-artístico, la construcción y mantenimiento de centros sociales y lamentan que sólo uno de cada cinco beneficiarios de la obra social es consciente de que disfruta de alguna iniciativa impulsada y financiada por éstas.

Los defensores de los procesos de fusión y de cierre de sucursales esgrimen que España es el país más "bancarizado" del mundo, ya que además de contar con el mayor número de oficinas por habitante -unas 100 sucursales por cada 100.000 personas-, su red de cajeros automáticos es la más extensa de Europa y una de las más grandes de los cinco continentes.

Desde las cajas se recuerda la necesidad de que, a pesar de que el sistema puede estar sobredimensionado, no se merme el modo en el que han vertebrado el territorio, han bancarizado el país y son el primer "inversor social" del sector privado del mundo, por delante de fundaciones como la de Bill y Melinda Gates.

El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta, pidió ayer que se respete la diversidad del sistema financiero y a la hora de evaluar la solvencia de una entidad no se caiga en el "simplismo" de que el capital son únicamente las acciones.

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