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Industria pesquera

Atuneros de oro

Echebastar, la firma propietaria del 'Alakrana', facturó 30 millones de euros y ganó 5 en 2008. Era un 'tesoro' en el mar para los piratas. Su beneficio de explotación creció un 298% el año pasado

Atuneros de oro
Atuneros de oro

Un total de 47 días de secuestro, 35 marineros, 68 piratas, 2 delincuentes detenidos, cuyo juicio comienza ahora en España y un presunto rescate de 2,7 millones de euros, no confirmado por nadie salvo por la nada fiable fuente del jefe de los piratas, son las cifras con las que se ha tenido que desenvolver la opinión publica española durante el último mes y medio. Estos números han definido el secuestro del atunero vasco Alakrana.

Pero hay más, muchas más, en una historia en la que si algo no preocupó nunca al armador, a los marineros, al capitán y sobre todo a los piratas, era el dinero. Una vez cerrado el caso satisfactoriamente, sobre todo para los marineros retenidos en contra de su voluntad y sus familias, es hora de rasgar el velo sobre uno de los episodios hasta ahora mantenidos en segundo plano por razones evidentes: la fortaleza económica de la pequeña empresa Echebastar Fleet, armador del buque Alakrana.

CincoDías intentó, sin éxito -y comprendió durante semanas las razones del silencio que rodeaba el caso-, acercarse a la realidad de una actividad económica en el Índico y en una zona de alta peligrosidad. ¿Qué mueve a un grupo de pequeñas y medianas empresas pesqueras gallegas, vascas y andaluzas a adentrarse con sus barcos en zonas infectadas de piratas?

Y el interés evidente que subyace no es otro que los beneficios que genera la pesca en las aguas próximas a Somalia. El negocio que mueve el enorme caladero de túnidos de la zona alcanza los 180 millones anuales, según fuentes oficiosas del sector.

Pero no sólo lo atestiguan esas fuentes, sino que se desprende con absoluta nitidez de los estados contables y del balance que Echebastar Fleet depositó el pasado mes de marzo en el Registro Mercantil de Vizcaya. La empresa armadora del Alakrana logró facturar el año pasado 30 millones de euros y arrojó unos beneficios netos de 5,8 millones. Si bien su beneficio de explotación, ratio que mejor mide la rentabilidad de la actividad pura de la empresa, fue de 4,1 millones. No dio dividendo con cargo a resultados a su accionista, sino que todas las ganancias fueron a reservas voluntarias, aunque sí le retribuyó con 300.000 euros que cargó contra esas reservas.

¿Conocían los piratas esta solidez financiera? ¿O sólo por casualidad vieron en el Alakrana una pieza fácil de cobrar y se encontraron, ellos y sus mediadores, con la sorpresa de que el músculo financiero de Echebastar Fleet era lo suficientemente potente como para no tener que negociar en exceso por problemas financieros? Es posible que la verdad nunca se llegue a conocer…

De momento, ayer, la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó al juez Santiago Pedraz que tome declaración a los marineros del Alakrana, y que investigue "toda la trama jurídico-financiera vinculada con los secuestradores, a los comisionistas intervinientes en la liberación, así como a los bufetes de abogados de Londres y otros países europeos".

Premonición

Lo que sí es cierto es que el propietario del Alakrana conocía perfectamente los riesgos de adentrarse en las aguas en las que operaba. Y como si fuera una dramática premonición, el administrador único de la compañía, Kepa Echevarría, se permitió escribir en marzo de este año, en la memoria del grupo y dentro del apartado Exposición de la evolución de los negocios de la sociedad lo siguiente: "Podríamos calificar el ejercicio 2008 como un año atípico. Nuestra flota al completo opera en aguas del océano Índico; durante el presente ejercicio la inseguridad de la zona provocada por los ataques de barcos piratas ha complicado notablemente nuestra operativa diaria y supone un problema de dimensiones desconocidas para el sector y sus gentes".

Sin embargo, el gerente de Echebastar estaba contento en marzo: "Las buenas noticias, a pesar de los piratas, son que las capturas se han incrementado en un 31% con respecto al año anterior debido en gran medida a disponer de nuestra flota operativa durante todo el año (…)".

Un estado de ánimo eufórico matizado enseguida con una contrapartida, "nuestros costes operativos han experimentado un aumento considerable debido a la subida de precio de partidas tan importantes como es el precio del combustible que ha alcanzado máximos históricos. Del mismo modo el coste salarial se ha incrementado notablemente". Y Echevarría cerraba el resumen del ejercicio 2008 con otra buena noticia para los accionistas del buque Alakrana: "Como hecho relevante del ejercicio cabe destacar que nuestro beneficio de explotación ha experimentado un incremento del 298%, cuyo origen está basado en el aumento de las capturas, la existencia de unos precios atractivos para las mismas y porque la sociedad continúa gestionando los costes de una manera eficiente adaptándose a las nuevas circunstancias".

Pero como si de un adivino con dotes de anticipar el futuro se tratara, Kepa Echevarría, en el apartado de la memoria reservado a detallar la Evolución previsible de la sociedad para 2009, explicaba: "Las capturas del primer trimestre han sido ligeramente superiores a las del año pasado, pero los precios han caído a la mitad respeto a los de venta del mismo periodo del año anterior (…)". "Por otro lado, el problema de la piratería continúa con igual o más virulencia y los riesgos de ataques a nuestra flota siguen preocupándonos enormemente". "Es por todo ello que esperamos un ejercicio discreto en cuanto a resultados".

La sociedad matriz propietaria de Echebastar Fleet, es Pesquerías Echebastar, también con sede en la localidad vizcaína de Bermeo. En esta sociedad aparecen como presidente Juan Echevarría y como consejero delegado el propio Kepa Echevarría. De la fortaleza de esta matriz dan cuenta también unos recursos propios de 22,6 millones, con reservas de 12 millones.

Pero el brazo armado del negocio es Echebastar Fleet, que opera en la zona del Índico de forma continuada con cuatro buques (Alakrana, Campolibre Alai, Elai Alai y Alkrantxu). Todos ellos con un valor contable, según el balance de la compañía de 27,1 millones de euros y puestos en garantía de créditos otorgados a la sociedad por La Caixa, BBVA y Banco Guipuzcoano por valor de 28,2 millones de euros. Es éste básicamente todo el endeudamiento a largo plazo de la sociedad. Y en el corto adeuda 9 millones de euros, de ellos 5,4 millones a entidades de crédito.

Su plantilla esta compuesta por 117 trabajadores, de los cuales 106 están embarcados y solo 11 en oficinas.

Por otro lado, y aunque no detalla la cuantía, asegura que tiene suscritas varias pólizas de seguro para cubrir los riesgos a los que están sujetos los bienes del inmovilizado y explica que "la cobertura de estas pólizas se considera suficiente".

Vulnerabilidad máxima. Por las características de su tipo de pesca, la flota atunera del Índico es especialmente vulnerable a los ataques piratas. Las maniobras que el despliegue de las redes y su recogida requieren hacen necesario que el buque esté inmóvil al menos dos horas. En ese momento, tanto el buque como la lancha que ayuda al barco a extender la red son perfectamente accesibles para los piratas.

Veinticinco años faenando en el Índico y 'mareados' por los piratas

El Alakrana y su armador, Echebastar Fleet, forman parte de un subsector de la industria pesquera española que lleva faenando en el Índico desde 1984. En la actualidad la flota operativa y con intereses españoles en la zona la componen un total de 33 buques, de los cuales 18 tienen pabellón español.Las campañas de pesca, denominadas mareas en el argot del sector, suelen durar dos meses, pasados los cuales los buques acuden a puerto, fundamentalmente a Puerto Victoria, en las Islas Seychelles. Allí descargan y regresan al caladero para llevar a cabo otra marea. Según informa la Confederación Española de Pesca (Cepesca), cada dos mareas (4 meses) se releva toda la tripulación -una media de 30 personas- del buque, ya que los barcos nunca abandonan la zona, pescan en el Índico en permanencia durante todo el año.En la actualidad esta flota captura en torno a las 200.000 toneladas de atún tropical, cifra que supone el 40% de la demanda de la industria conservera española.Según Cepesca, "a día de hoy no existen caladeros alternativos para la flota atunera congeladora del Índico, ya que tanto las aguas del Atlántico como las del Pacífico están reguladas y limitadas por sus correspondientes organismos reguladores y no hay capacidad para albergar más buques de la UE fuera del océano Índico. Aun así, y huyendo de la piratería, durante los últimos dos años un total de 11 buques que faenaban habitualmente en el Índico se han traslado al Atlántico y al Pacífico, completando los cupos de pesca que la Unión Europea tiene en estos caladeros"."Abandonar el caladero traería de la mano -aseguran las fuentes de Cepesca consultadas- la destrucción de numerosos puestos de trabajo en España, especialmente en Galicia y el País Vasco, en Seychelles, Madagascar, Mauricio, etcétera. Explican que en Islas Seychelles la actividad de toda índole que genera la flota atunera en sus puertos supone el principal ingreso para el país y representa el 60% de su PIB.Con cierta resignación reconocen que la actividad pirata en la zona se ha recrudecido desde el pasado mes de octubre. Pero no es nueva. "En 2000 -detallan en Cepesca- se produjo el secuestro de un buque español que no trascendió a la opinión pública". Pero el problema se ha agravado en los últimos tres años de forma "espectacular". En abril de 2006 tuvo lugar el primer asalto a un atunero español y dos años después ocurrió el secuestro del Playa de Bakio. El pasado septiembre hubo cinco intentos de asalto frustrados a atuneros españoles y ahora se han recrudecido y "expandido a más de mil millas de la costa de Somalia y en dirección este".ReprobaciónAyer, el presidente del PP, Mariano Rajoy, calificó de "pésima" la gestión del Gobierno en relación con el secuestro del Alakrana y por ello anunció que pedirá la comparecencia en el Parlamento del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la reprobación de tres de los miembros del Ejecutivo: la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los titulares de Defensa, Carmen Chacón, y de Justicia, Francisco Caamaño.Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, acusó al líder de la oposición de "intentar sacar rédito político" del secuestro del Alakrana a pesar de que "ha acabado bien". María Teresa Fernández de la Vega, por su parte, acusó al PP de "ponerse al lado de los piratas" y de intentar sacar "rédito electoral" aún antes de que el Alakrana llegue a puerto.

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