Primark abrirá locales céntricos para competir con Zara y H&M
Primark planea cambios en su estrategia para ampliar su presencia en España. El grupo británico de moda de bajo coste busca locales en el centro de distintas ciudades -donde ya están presentes Zara y H&M- aprovechando el desplome del precio del alquiler.
Nunca llueve a gusto de todos, aunque siempre hay alguien que se beneficia de las tempestades. Mientras algunos grupos textiles tratan de capear la crisis con los menores daños colaterales, otros salen reforzados. "A nosotros ya nos iba bien cuando el mercado era favorable, pero es cierto que estamos encantados", asegura el director general de Primark para la Península Ibérica, José Luis Martínez de Larramendi.
Primark es, prácticamente, una recién llegada, ya que aterrizó en España en 2006 con un establecimiento piloto en el centro comercial Plenilunio, cerca del madrileño aeropuerto de Barajas. Los resultados superaron las expectativas de su matriz, el conglomerado industrial Associated British Foods (ABF), que en España también es propietario de Azucarera Ebro. "Superamos claramente las expectativas". Actualmente, Primark tiene 14 establecimientos en España, al que se suma uno en la capital portuguesa, Lisboa, y el que abrirá el próximo diciembre en Oporto.
A partir de ahora, Primark trata de apuntalar su expansión en España cambiando ligeramente el paso. Hasta ahora su crecimiento era a través de locales en centros comerciales de la periferia, espacios de entre 3.000 y 5.000 metros cuadrados donde podía beneficiarse de costes de alquiler sustancialmente menores. Sin embargo, la crisis también ha desplomado el precio de los locales en el centro de las ciudades y Primark tratará de aprovecharlo y replicar la estrategia que mantiene en el Reino Unido e Irlanda donde la mitad de sus establecimientos está a pie de calle. Por el momento, el grupo no tienen fecha para la entrada en las ciudades, pero reconoce que se tratará de un perfil de tienda ligeramente diferente. "Estas tiendas tienen que tener un alto componente de moda porque pretendemos convertirnos en un referente", argumenta Martínez de Larramendi. En cuanto a las ciudades españolas donde Primark aún no está, apunta Valencia, Sevilla o Málaga.
Otra asignatura pendiente es la logística. Primark carece de un centro logístico en España, lo que le obliga a importar artículos diariamente desde Londres y Dublín. "Queremos tener un centro en Madrid a corto plazo, posiblemente en 2010", apunta.
"Vamos mejor que el conjunto del grupo", señala sobre la evolución de ventas. Aunque prefiere no desvelar el volumen de ingresos de la filial ibérica, Martínez de Larramendi apunta que está por delante de la matriz, en gran medida gracias a las nuevas aperturas. El grupo británico, que factura 2.314 millones de libras (2.590 millones de euros), basa su estrategia en mantener altos volúmenes de ventas a precios más bajos que los de su competencia. "En nuestras tiendas todas las prendas se tienen que vender, no podemos devolver nada a los proveedores", apunta. Es decir, Primark ha introducido a gran escala la moda de bajo coste, aunque a veces tenga que vender a precios tan bajos que más de una prenda no le resulta rentable.
Proveedores
Primark afirma que el eje de sus precios bajos es la relación directa con sus proveedores, sin intermediarios y agentes que encarezcan el proceso. Explica que no se trata de proveedores exclusivos y que éstos se limitan a realizar los diseños que le indica la matriz.
Sin publicidad, sólo boca a boca
La filial española de Primark reconoce que no esperaban alcanzar el crecimiento logrado en los últimos tres años. Un resultado apoyado en la venta a precios bajos y en el fuerte control de costes. "Nosotros no hacemos publicidad, sólo en el momento de la apertura de un nuevo local y después confiamos en el boca a boca, que a la gente le guste comprar en nuestras tiendas y lo vaya contando", asegura Martínez de Larramendi. El máximo responsable de la filial ibérica reconoce que el perfil de sus clientes es, sobre todo, gente joven, menor de 35 años.Además, asegura que los gustos de sus clientes españoles frente a británicos e irlandeses no son muy diferentes. "Lo que se vende bien en Londres, se vende bien en Jerez porque cada vez estamos más globalizados", explica Martínez de Larramendi. "Es cierto que sí hay adaptaciones de la colecciones porque aquí son más coloridas y en España la temporada de verano es más larga".