800 millones bajo la tela del conflicto Thyssen
La colección privada de la baronesa es una de las mayores del mundo.
Desde que comencé a adquirir obras de arte -escribe Carmen Thyssen en la presentación de los dos volúmenes que recogen la colección privada Carmen Thyssen- siempre he sentido que el arte no es para uno solo y que debe ser compartido". Y añade: "Esto es lo que he querido transmitir a mi hijo Borja".
Efectivamente. Los consejos de la baronesa han calado en su hijo. Tanto que ahora Borja Thyssen quiere también que se le reconozcan sus derechos sobre las obras de arte que forman la colección privada Carmen Thyssen, una de las mayores del mundo. Por el momento, éste se ha limitado a reclamar información sobre la situación de tales derechos, pero fuentes cercanas a Borja Thyssen informan que de no recibir tal información el próximo paso no puede ser otro que requerir la misma judicialmente, y confían en que "no será necesario llegar a ese extremo".
Expertos en arte consultados conocedores del caso valoran en 800 millones de euros la colección privada Carmen Thyssen-Bornemisza, que hasta el año 2011 puede contemplarse en el Museo Thyssen-Bornemisza. Pero no toda la colección, ya que en el museo sólo se exponen cerca de 220 obras de la colección privada. "El resto puede estar en otros museos", explican fuentes del Museo Thyssen-Bornemisza.
El museo madrileño alberga, además de la colección privada Carmen Thyssen-Bornemisza, 715 cuadros de los 775 lienzos vendidos por el barón Thyssen al Estado español a principios de los años noventa, que forman la colección permanente del museo (el resto se encuentra en Barcelona). El precio de esa venta ascendió a 44.000 millones de pesetas, según se publicó entonces.
Por parte de la baronesa no se ha ampliado información alguna relacionada con este tema. Este diario trató el viernes de que el Ministerio de Cultura informara sobre si está negociando ya con Carmen Thyssen una posible extensión del préstamo de las obras de la colección privada al museo, sin que fuera posible.
Las fuentes cercanas a Borja Thyssen no tienen duda alguna de los derechos que él mismo tiene, por cuanto en el año 2002, Carmen Thyssen y Borja resultaron cobeneficiarios, entre otros bienes y derechos, de gran parte de las obras de arte que forman la colección privada Carmen Thyssen, compuesta por aproximadamente un millar de obras. Gran parte de dichas obras de arte son propiedad de sociedades agrupadas en "un trust del que son cobeneficiarios Borja y su madre", indican.
Además, las mismas fuentes añaden que con anterioridad a ese contrato de 2002 el barón Thyssen donó directamente a Borja Thyssen dos cuadros, un Goya y un Corrado Giaquinto, que ahora "son de hecho parte de la colección privada; se ha requerido su devolución, pero no ha sido atendida", recuerdan.
"Calcular el valor de la colección privada Carmen Thyssen es demasiado aventurado", dice Ana Chiclana, propietaria de la galería Ana Chiclana, presente en Madrid y París. "Depende de cuándo se realice la venta, si es una subasta, del momento... En todo caso, desde luego es una de las mayores colecciones privadas de arte que existen en el mundo", comenta.
El valor que el Ministerio de Cultura otorgó a 635 obras prestadas para su exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza para garantizarlas, fue de 544,1 millones de dólares (según se publicó en el BOE el 21 de febrero de 2008), si bien el valor de seguro no tiene por qué ser necesariamente el valor de mercado, que podría ser mucho mayor, sostienen. Por ejemplo, el Mata Mua de Gauguin está valorado en 50 millones de dólares, a efectos del seguro, pero en subasta podría superar los 100 millones, y de euros, según las fuentes consultadas.
Hasta el año 2011, Gauguin, Goya, Picasso, Van Gogh, Sisley o Toulouse-Lautrec comparten espacio en la colección privada Carmen Thyssen, en Madrid. De un acuerdo entre madre e hijo puede depender que lo sigan haciendo más allá de ese año.
Del requerimiento, a la demanda
No todas las sociedades que prestaron la colección privada Carmen Thyssen al Museo Thyssen-Bornemisza están relacionadas con el trust del que madre e hijo resultan cobeneficiarios: Omicron Collections, que cuelga directamente del trust del que madre e hijo son cobeneficiarios; Nautilus, que no depende del trust, si bien tanto Borja como Carmen tienen acciones, y las firmas Coraldale e Imiberia, que tampoco cuelgan del trust sin que ninguna de las fuentes consultadas se pronuncien sobre su composición accionarial. Personas cercanas a Borja Thyssen explican que "los trustees tienen como obligación legal gestionar los bienes que se les asignan, en beneficio de los beneficiarios designados y, en consecuencia, cualquier actuación desleal o negligente de los trustees es susceptible de llevarse ante los tribunales". Por el momento, sólo se ha requerido información.