La demanda de petróleo caerá un 2,2% este año y crecerá un 23,5% hasta 2030
La demanda mundial de energía, que este año registrará un descenso por primera vez desde 1981, recuperará "pronto" su tendencia al alza en cuanto la recuperación económica se concrete, mientras que en el caso del petróleo, cuya demanda bajará un 2,2% en 2009 tras caer un 0,2% en 2008, volverá a crecer en 2010 y se espera que aumente un 23,5% hasta 2030, según refleja la última edición del 'Informe de perspectivas energéticas mundiales' elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
De este modo, las previsiones de la institución dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) contemplan un crecimiento anual de la demanda de petróleo del 1%. Así, en el periodo 2007-2030 la agencia espera que la demanda de carbón crezca un 53% y la de gas natural un 42%.
"El conjunto de la demanda mundial de energía recuperará su tendencia al alza a largo plazo en cuanto la recuperación económica cobre ritmo y para 2030 el escenario de referencia contempla un incremento del 40% de la demanda de energía respecto a 2007", afirmó Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la AIE.
No obstante, la agencia señala que este crecimiento de la demanda de energía es inferior al pronosticado hace un año como consecuencia de la crisis económica y de las nuevas políticas introducidas el último año por los diferentes gobiernos.
Los combustibles fósiles representarán más de tres cuartas partes del incremento de la demanda en el mix energético. Asimismo, los países ajenos a la OCDE representarán más del 90% de este aumento, especialmente China e India, que sumarán más de la mitad del aumento de la demanda, lo que elevará el consumo de energía de los países al margen de la organización de países desarrollados hasta el 63%, frente al 52% actual.
A este respecto, el informe de la AIE pronostica que China superará en 2025 a EE UU como el mayor importador mundial de energía, mientras que India arrebatará en 2020 a Japón la tercera posición.
En el caso de la electricidad, el informe de la AIE augura un crecimiento de la demanda del 76% entre 2007 y 2030, lo que implica la necesidad de incorporar 4.800 gigawatios de capacidad, casi cinco veces la actual capacidad de EE UU.
El carbón continuará siendo el principal combustible del sector eléctrico, aunque el encarecimiento de los combustibles fósiles y las preocupaciones sobre el cambio climático y la seguridad energética impulsarán la generación de electricidad a través de energías renovables desde el 18% en 2007, hasta el 22% en 2030.
Por otro lado, la AIE advierte de que en 2030 alrededor de 1.300 millones de personas en todo el mundo carecerán de acceso a la electricidad, frente a los 1.500 millones de personas hoy en día.
"El acceso universal a la electricidad podría lograrse con inversiones adicionales en el sector por importe de 35.000 millones de dólares al año entre 2008 y 2030", indica el informe.
Por contra, la AIE señala que las inversiones en el sector eléctrico se han visto muy afectadas por las dificultades financieras y el retroceso de la demanda, que en 2009 bajó un 1,6%, su primera caída anual desde el final de la II Guerra Mundial, lo que podría perjudicar la seguridad energética, así como la lucha contra el cambio climático y la pobreza energética.
"El capital necesario para hacer frente a las previsiones de demanda energética hasta 2030 es enorme, unos 26 billones de dólares en términos acumulados, equivalente a 1,1 billones de dólares anuales de media o el 1,4% del PIB mundial", señala el informe, que apunta que más de la mitad de las inversiones son requeridas en países ajenos a la OCDE y advierte de que el final de los tiempos del crédito fácil y barato pueden dificultar la capacidad de financiar estas inversiones.
Por otro lado, la AIE advierte de que de mantenerse las actuales políticas el mundo podría registrar un aumento de la temperatura de seis grados centígrados, lo que implica "consecuencias catastróficas para el clima", por lo que recomienda estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero en torno a 450 partes por millón (ppm) de CO2 para minimizar el impacto en el clima y la subida del nivel de los océanos.
"Los líderes mundiales que se reunirán en Copenhague el próximo mes en la Cumbre sobre el clima de Naciones Unidas tienen la oportunidad histórica de evitar los peores efectos del cambio climático", dijo, Nobuo Tanaka.
En este sentido, el 'Escenario 450' contempla que las emisiones globales de CO2 lleguen a su punto máximo en 2020, en 30,9 gigatones (Gt), para descender paulatinamente a 26,4 Gt en 2030, lo que a juicio de la AIE, "es posible, pero muy difícil" y requiere diferentes acuerdos a nivel internacional, así como en diferentes sectores