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Aniversario

Alemania cumple 20 años en busca de la unidad económica del país

Alemania celebró ayer por todo lo alto el vigésimo aniversario de la caída del Muro que durante 28 años dividió Berlín y simbolizó el enfrentamiento entre el bloque occidental y el soviético. Los fastos en la capital alemana contrastan con la brecha económica que todavía existe entre las dos antiguas mitades del país.

Alrededor de 1.000 piezas de dominó de 2,5 metros de altura, decoradas por jóvenes nacidos después de 1989, dividieron ayer de nuevo durante dos kilómetros y medio la capital alemana. Pero la simbólica muralla tenía esta vez una fecha de caducidad conocida: a las 20:30 horas Lech Walesa empujó la primera pieza y cayó en cascada ante la presencia de personalidades alemanas (la canciller alemana Angela Merkel al frente) e internacionales (entre muchas otras, Hillary Clinton, por EE UU; Dimitri Medvedev; por Rusia; José Luis Rodríguez Zapatero, por España). Ayer Merkel calificó la caída del Muro como la "victoria de la libertad".

Hace 20 años el efecto dominó se desencadenó de manera mucho más inesperada, hasta el punto de que el entonces canciller, Helmut Kohl, estaba fuera del país. Y la actual canciller, que habitaba en el Este de Berlín, ha confesado que aquella histórica noche su principal preocupación era acudir puntual al trabajo el día siguiente.

Pero al día siguiente nada sería igual. Ni para la República Democrática de Alemania, que se diluiría en la Federal menos de un año después (el 3 de octubre de 1990) ni para el resto de Europa. De los cascotes del Muro surgió el euro, porque Francia exigió el nacimiento de la Unión Monetaria Europea como contrapartida a la reunificación de Alemania. Y tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, la UE lanzó su ampliación hacia el Este y en 2004 absorbió a siete países procedentes del bloque soviético.

Para Alemania, sin embargo, la caída del Muro supuso el inicio de una esperada pero costosa reunificación, que aún no ha concluido desde el punto de vista económico.

Brecha

El potencial de crecimiento del país, según los datos de la Comisión Europea, pasó del 3,75% durante las tres décadas previas a la reunificación a a menos del 0,75% a principios de este siglo. Hasta 2006, gracias en gran parte a una contención salarial que hizo caer un 20% los costes laborales en relación con 1995, Alemania no empezó a dar señales de haber superado el esfuerzo de la reunificación. Ese año, antes de la crisis financiera mundial, el país creció un 3,2%. Y en 2007, todavía un 2,5%.

El país, sin embargo, continúa dividido, según la mayoría de los analistas, a pesar de que el trasvase financiero de occidente a oriente ha ascendido a unos 80.000 millones de euros anuales durante casi dos décadas hasta superar con creces el billón de euros.

El producto interior bruto per cápita de los lander orientales, según un reciente estudio del IFO, continúa equivaliendo sólo al 71% del de los occidentales. El mismo estudio indica que las empresas del Este suelen ser más pequeñas que las del Oeste. Y que el centro neurálgico de las exportaciones y la investigación alemana sigue estando más cerca de la cuenca del Ruhr que de la del Oder.

Para los economistas más críticos, la reunificación (que extendió al Este de manera automática las ventajas del sistema de protección social de la Alemania Federal) provocó la aparición de un mezzogiorno alemán, en alusión a la dependencia económica del sur de Italia respecto al norte de ese país.

Esas voces aseguran que el producto interior bruto per cápita de la antigua república democrática alemana sólo avanza gracias a la emigración. El Este sigue perdiendo unas 50.000 personas cada año.

Con todo, la renta disponible de los hogares orientales no ha parado de aumentar y equivale ya al 80% de la de los hogares occidentales. Y la esperanza de vida en el Este es casi ya idéntica a la de los lander occidentales.

Déficit hasta 2013

La CE tiene previsto anunciar mañana que Alemania dispone de plazo hasta 2013 para corregir un déficit público que este año podría superar el 5%. Bruselas también ampliará un año el plazo disponible para España, que debía corregir su déficit antes de 2012.

La UE negocia en Berlín el reparto de cargos

La conmemoración de la caída del Muro reunió ayer en Berlín a los 27 presidentes del Gobierno de la UE y en Bruselas se esperaba que los líderes comunitarios aprovecharan el encuentro para avanzar en el reparto de los nuevos cargos que creará el Tratado de Lisboa a partir del próximo 1 de diciembre. Tras las consultas, el primer ministro sueco y presidente semestral de la UE, Fredrik Reinfeldt, podría convocar esta misma semana una cumbre para formalizar los nombramientos. El primer ministro belga, Herman van Rompuy, al que las televisiones internacionales no dedicaron ayer ni un plano en Berlín, suena como uno de los candidatos a ser el primer presidente del Consejo Europeo. Londres sigue defendiendo la candidatura de Tony Blair.

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