Los 4x4 se hacen sostenibles
Durante años, los todoterreno se ganaron la fama de vehículos contaminantes, poco estables, muy agresivos para otros coches en caso de colisión e, incluso, dañinos para el entorno en manos poco responsables. Además, las crecientes restricciones en cuanto a consumo y emisiones y la crisis económica han causado mucho daño a sus ventas.
Aún así los clientes siguen buscando coches altos y con una estética aventurera. Para responder a esa demanda ha nacido una nueva generación de crossovers de tamaño compacto. Casi siempre derivan de turismos, y unen lo mejor de los dos mundos. Están pensados para ser usados casi exclusivamente sobre el asfalto, aunque se pueden desenvolver con soltura por caminos deslizantes. La mayoría disponen de tracción a las cuatro ruedas, aunque algunos sólo llevan delantera.
Es el caso de Ford Kuga, basado en la plataforma del Focus. Actualmente es el líder de ventas en este segmento en el mercado español. Entre sus competidores directos, destaca también el Nissan Qashqai, que gracias a su diseño está logrando unos excelentes resultados comerciales. Otros modelos en esta línea son el Volkswagen Tiguan (basado en el Golf), el Honda CR-V, el Opel Antara, el Chevrolet Captiva, el BMW X1 o el Renault Koleos.