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Ocio

El disfraz de un inmigrante para Halloween desata la polémica en EE UU

El éxito de ventas de un disfraz de inmigrante clandestino para Halloween ha desatado una polémica en Estados Unidos que se ha prolongado durante las últimas semanas. Con el reclamo No sólo acaba de cruzar la frontera, sino toda la galaxia, distintas empresas norteamericanas están agotando por internet a un precio que ronda los 30 euros, las existencias del traje denominado Illegal Alien Adult Costume, en castellano, Disfraz de Inmigrante Ilegal Adulto.

El disfraz consta de un mono naranja de presidiario con el letrero 'Illegal Alien' en la pechera, una tarjeta verde similar al permiso de residencia que concede la Administración norteamericana (la 'green card') y una máscara de extraterrestre, ya que en Estados Unidos es frecuente que se utilice el término 'alien' para denominar tanto a los no terrícolas como a los inmigrantes.

Según las informaciones publicadas Yucatán de México o El Comercio recogidas por Europa Press, las ONG y las asociaciones especialmente de la comunidad hispana, han puesto el grito en el cielo por considerar que la distribución de esta particular vestimenta es una ofensa para los 12 millones de personas en situación irregular que, según sus cálculos, viven en los Estados Unidos.

En este sentido, el portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos para los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA, por sus siglas en inglés), Jorge Mario Cabrera, denunció que se trata de "un traje desagradable que obviamente perjudica la sensibilidad del inmigrante, especialmente al indocumentado, al que se llama despectivamente alien en este país".

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Tras las quejas de consumidores y asociaciones, dos de las principales distribuidoras del disfraz (Target y Wallgreens) decidieron retirar el producto de las tiendas y las páginas web. No obstante, aún hay portales de venta on-line en los que se mantenía a la venta. Es el caso de 'Buycostumes' cuyo presidente, Jalem Getz, declaró al diario USA Today que el traje "no es una caricatura de un inmigrante ilegal, sólo un juego de palabras".

"El mofarse de una comunidad nunca está de moda ni es apropiado. Es un insulto", señaló la presidenta de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), Rosa Rosales, para quien detrás del polémico traje hay otro gran problema de fondo: la anunciada reforma migratoria de Barak Obama ha despertado la oposición de ciertos sectores de la población, que se niegan a una regularización de las personas que están indocumentadas.

En este sentido, las mismas fuentes recogen declaraciones del presidente de la organización Americanos por una Inmigración Legal (ALIPAC, por sus siglas en inglés), William Gheen, quien aseguró haber adquirido uno de estos disfraces y prometió ponérselo en caso de ser entrevistado en una televisión nacional.

"Creo que es genial que este intento de censurar la libertad de expresión política en América les esté saliendo mal a los defensores de una amnistía para los ilegales", apuntó el representante de ALIPAC en un comunicado en el que aseguraba que el disfraz "va a ser el más popular de 2009 porque el 78 por ciento de los estadounidenses se opone a cualquier camino para la ciudadanía de inmigrantes ilegales y resiente este intento de tapar la libertad de expresión".

El traje está también disponible en una versión femenina: un vestido minifaldero de tela metalizada, un poncho transparente y rematado con unos pompones, un sombrero al estilo de los tradicionales mexicanos, unas esposas y unas gafas que simulan ser los ojos de un extraterrestre.

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