La gran banca prepara la travesía del desierto
El año que viene será largo y complicado. La banca lo sabe y actúa en consecuencia. Las cuentas recién presentadas por los cinco grandes grupos financieros españoles vienen cortadas por el mismo patrón: todos preparan sus alforjas para lo que pueda llegar en 2010.
Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y Popular han sentido este ejercicio cómo la morosidad ha erosionado sus cuentas. Juntos dotaron 14.062 millones de euros para atender insolvencias, un 70,3% más que el año pasado por estas fechas. Las alzas más llamativas correspondieron a Caja Madrid (137,4%) y La Caixa (108,7%).
Esta coyuntura explica que buena parte de los esfuerzos de la gran banca vayan encaminados este año a controlar la tasa de impagados a través de refinanciaciones o permutas de deuda por inmuebles, así como a mejorar la recuperación de préstamos dudosos.
Varias entidades han puesto de relieve estos días cómo las entradas en mora se han moderado en los últimos meses. Ese fue el caso de Santander, BBVA y Popular. El grupo que encabeza Miguel Blesa fue más allá y destacó que lleva cuatro meses reduciendo el volumen de dudosos. Gracias a estos esfuerzos, Caja Madrid ha disminuido su tasa de impagados desde el 5,57% del pasado marzo al 5,38% de septiembre. Con todo, esta ratio sigue siendo significativamente mayor a la que registraba hace 12 meses (3,57%). En este sentido no se diferencia demasiado de sus pares. Prácticamente todos los grandes de la banca han duplicado su ratio de mora en el último año.
En sentido inverso ha evolucionado la tasa de cobertura. La banca española se había distinguido últimamente de la de otros países porque sus provisiones superaban los préstamos impagados. Esto era posible a causa de la normativa del Banco de España, que exigía realizar dotaciones por el mero hecho de conceder préstamos. Los grupos nacionales han podido aguantar el tipo ante el primer embate de la mora, gracias a este respaldo anticíclico. Pero ya ninguno preserva un ratio de cobertura superior al 100%.
Precisamente, el supervisor ha advertido que el año que viene el sector consumirá el colchón de las llamadas provisiones genéricas. Para evitarlo, el organismo que encabeza Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha encarecido a las entidades a dar resultados muy "estrictos" y a reforzar sus arcas con las plusvalías logradas con los atípicos. Siguiendo estas indicaciones y ante la perspectiva de que la morosidad crezca aún más alimentada por el entorno macroeconómico adverso que predicen para España en 2010 los principales organismos internacionales así como los servicios de estudios más prestigiosos del país, las cinco mayores entidades han decidido abastecerse bien para contener las insolvencias venideras.
Los movimientos son inequívocos. El grupo Santander lleva reservados en el trimestre 2.247 millones de euros (de esta cantidad, 1.400 millones son en España). La multinacional que preside Francisco González ha decidido destinar a este fin las plusvalías de 830 millones logradas con la venta de su red de oficinas. La Caixa ha aparcado los 249 millones de beneficio cosechados con la venta de su 1% en Telefónica. Por su parte, Caja Madrid lleva dedicados en 2009 a dotaciones voluntarias 359 millones, una cantidad próxima a la apartada por Banco Popular.
Otro aspecto que se han ocupado de cuidar los grandes bancos y cajas nacionales son sus ratios de capital. Así, Santander ha ofrecido a sus accionistas la posibilidad de percibir el dividendo en forma de acciones nuevas en lugar de en efectivo. BBVA ha emitido 2.000 millones de euros en acciones convertibles el mes pasado y destina periódicamente parte de sus beneficios a reservas (esta última estrategia le ha permitido incrementar su core capital en 110 puntos básicos en nueve meses). Por último, la entidad que encabeza Ángel Ron amplió su capital en septiembre en 500 millones y efectuó una emisión de convertibles de 700 millones a mediados de este mes.
Juntos, los grandes de la banca cosecharon en los primeros nueve meses del año un resultado atribuido de 13.823 millones de euros, un 9,63% menos que un año atrás. Si se excluyen los atípicos, la reducción de las ganancias fue más moderada: un 3,48%, hasta 13.937 millones. Sus beneficios han estado sustentados en un sólido incremento de los márgenes de intereses, bruto y de explotación. En la inmensa mayoría de los casos evolucionan a tasas de dos dígitos gracias al favorable contexto de tipos de interés. Pero esto dejará de ser así el año que viene, cuando la bajada de tipos se aplique no sólo a los depósitos sino a lo que cargan por sus préstamos.
En lo que va de año, el saldo crediticio de los cinco grandes subió un 4,92%, hasta 1,41 billones de euros. Esto ha sido posible por la actividad de Santander fuera de España. En el país, redujo la financiación un 1%. Y este es, precisamente, el panorama que presentan las restantes entidades. BBVA cede un 0,6% en el mercado doméstico, La Caixa repunta un 1,6% y Caja Madrid sube un 2,1%. Popular destaca al incrementar la financiación un 4,7%.
Regulación financiera en EE UU
Por otra parte, la Administración de Barack Obama allanó ayer el camino para impulsar una reforma del sistema financiero de EE UU al presentar un proyecto de regulación de los mercados ante el Congreso, informa Efe.
La propuesta entregaría más poder a un nuevo consejo regulador, a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), encargada de garantizar respaldo económico a los clientes de las entidades financieras en caso de que éstas se declaren en quiebra.
El objetivo de estos organismos es enfrentar los riesgos de las sociedades matrices (propietarias de las filiales) y garantizar la estabilización económica del mercado gracias a un marco regulatorio que evite cualquier riesgo de colapso económico. El proyecto de reforma financiera exige a su vez a las firmas con activos valorados en más de 10.000 millones de dólares a comprometerse a salir al rescate de las compañías con pérdidas en caso de que la FDIC no pueda hacerse cargo de ellas.