Ebro cree que Competencia autorizará la compra de Sos
No tiene por qué haber problemas de Competencia. Así de optimista se mostró ayer el presidente de Ebro Puleva, Antonio Hernández Callejas, ante la posibilidad de que la empresa que preside se haga con el control de la división arrocera de Sos. La razón: la fuerte presencia de la marca de distribución en este sector, ya que copa alrededor del 66% del mercado.
De llegar a realizarse la compra del negocio del arroz, Ebro Puleva (cuya principal enseña es Brillante) alcanzaría junto a Sos una cuota cercana al 32%. "No son cuotas complicadas en un sector abierto", afirmaba el presidente de Ebro.
Sin embargo, Hernández Callejas se guardó las espaldas. Reconoció que, al menos por el momento, Ebro no ha realizado ninguna oferta formal, ni ha mostrado a Sos su interés. "Cuando Credit Suisse, que se encarga de la refinanciación de Sos, emita la documentación necesaria Ebro Puleva lo estudiará", aseguraba el presidente de Ebro. "Siempre que nuestros márgenes lo permitan", matizó. "Pero aún no hay negociaciones porque no hay documentación preparada", insistió.
Por el momento, Sos no ha puesto precio a su división, aunque el mercado especula con un precio de entre 100 y 130 millones de euros. Una cifra que, según Hernández Callejas, sería accesible para Ebro ya que en los últimos años ha rebajado su deuda desde los 1.200 a los 600 millones de euros. Hernández Callejas descarta la puja por otros negocios de Sos, como la de salsas. "Las visiones pequeñas no nos interesan". El presidente de Ebro también destacó que el grupo presentará hoy resultados con un crecimiento de doble dígito y que España representa hoy cerca del 26% de las ventas.
Pepsico se desmarca de la puja
Estaba en la pugna, pese a que ésta aún no es oficial, pero no ha tardado ni una semana en desmarcarse. El grupo estadounidense Pepsico sonaba como posible comprador de la división arrocera de Sos para reforzar su marca Rice-A-Roni, con la que sólo está presente en Estados Unidos. El director general de Pepsico Iberia, Xavier Orriols, reconoció que no se trata de un negocio estratégico para la multinacional y que no tienen necesidad de reforzarlo.