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Los sindicatos piden un socio alternativo.

Electrolux explica hoy el cierre de la planta de Alcalá tras duplicar su beneficio

Responsables del negocio europeo de Electrolux se reúnen hoy con los sindicatos para explicar el cierre de su fábrica en España. El grupo duplicó sus beneficios al término del tercer trimestre.

Directivos de la multinacional Electrolux, como el responsable del negocio de lavado en Europa, tienen previsto reunirse hoy con los representantes de los trabajadores para explicar el cierre de la fábrica de Alcalá de Henares (Madrid), la única que el grupo mantenía en España, según avanzaron ayer en fuentes sindicales.

La decisión de clausurar la planta fue adoptada el viernes pasado por el consejo de Electrolux tras analizar desde febrero su viabilidad. La conclusión es que el centro no es rentable y no merece la pena invertir para diversificar su producción. La fábrica está especializada en lavadoras de las marcas Electrolux, AEG y Zanussi consideradas de baja gama (carga frontal y seis kilos de capacidad), un nicho de mercado que no crece y donde la competencia de electrodomésticos más baratos de origen turco, chino o coreano es cada vez mayor.

Producción en caída

Hace sólo tres años, la planta fabricaba 750.000 lavadoras. La previsión para este ejercicio no supera las 450.000 unidades. El valor de lo que produce la factoría ronda los 100 millones de euros anuales. Electrolux tiene previsto desembolsar unos 43,1 millones para materializar el cierre, que será efectivo a principios de 2011.

En la reunión de hoy, los representantes de UGT y CC OO van a trasladar su malestar a la empresa por la decisión unilateral del cierre y van a tratar de sentar las bases para negociar un plan que evite una situación laboral traumática. De los 453 trabajadores afectados, más de un centenar supera los 50 años de edad y, en su caso, se va a intentar pactar prejubilaciones.

Para la plantilla restante, los sindicatos van a buscar o recolocaciones o alternativas para dar continuidad a la planta. En este sentido, tratarán de hacer valer los compromisos de apoyo recabados en los últimos meses en el Ministerio de Industria, la Comunidad de Madrid y la Embajada de Suecia en España. Desde UGT reclaman a Electrolux que facilite la entrada en la fábrica de un socio industrial alternativo que quiera mantener la actividad.

Las negociaciones van a estar marcadas por una recuperación de los resultados del grupo sueco. Electrolux multiplicó por dos su beneficio en los nueve primeros meses del año, hasta los 1.943 millones de coronas suecas (190,2 millones de euros), tras facturar un 6,3% más. Parte de la buena evolución de las cuentas se debe, precisamente, al plan de ajuste puesto en marcha por el grupo en 2004 que, por ahora, se va a saldar con el cierre de once fábricas (incluida la española), lo que le permitirá lograr unos ahorros anuales de 295 millones de euros a partir de 2011 y resituar más del 50% de la producción de electrodomésticos en países de bajo coste.

La facturación del sector se desploma un 18%

El sector de los electrodomésticos de línea blanca es uno de los que más se está viendo afectado por la crisis. Una crisis que está pasando factura no sólo a Electrolux sino a todos los fabricantes. Según los últimos datos de la patronal Anfel, correspondientes a septiembre, en España la facturación del sector ha caído un 18,1% (datos acumulados). Por unidades, en lo que va de año las ventas se han reducido en 1,06 millones de aparatos, un 17,1%.El parón de la construcción, los problemas para obtener crédito y las incertidumbres económicas explican que los consumidores se lo piensen mucho a la hora de adquirir o sustituir lavadoras, frigoríficos o cocinas. En el caso concreto de Electrolux, las ventas en el mercado europeo cayeron un 11% hasta septiembre, lo que supone ocho trimestres seguidos de recortes. El presidente del grupo, Hans Stråberg, advirtió ayer de que la demanda sigue débil y Europa aún no ha tocado fondo.

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