El Gobierno insta a las ingenierías públicas a ceder mercado a las privadas
Tragsa, dispuesta a alcanzar un 50% de subcontratación en sus proyectos Un conflicto empresarial de años está en vías de solución. Las más de 300 ingenierías asociadas a Tecniberia han firmado la paz con Tragsa, entidad controlada por la SEPI que domina la ingeniería medioambiental en España. Las primeras se quejaban por el alto volumen de proyectos que Fomento y Medio Ambiente entregan a entidades públicas. El pacto pasa por que Tragsa eleve la subcontratación de empresas privadas hasta el 50% en cada trabajo que se le encomiende.
El Gobierno y las empresas públicas del campo de la ingeniería, Ineco y Tragsa, han empezado a aflojar la presión que el sector privado venía denunciando desde hace meses y por la que ha llegado a lanzar serias amenazas encauzadas a través de Tecniberia, que engloba a más de 300 referencias de la ingeniería. La resolución a este problema viene por la vía de la colaboración de ambas partes en los proyectos que se liciten en el futuro, la mayoría por parte de Fomento y de Medio Ambiente, utilizando la figura de la subcontratación de las empresas privadas.
Como adelantó CincoDías el pasado mes de junio, Tecniberia estaba dispuesta a torpedear la licitación de obra pública recurriendo los concursos en los que estuviera presente la pública Ineco, participada por Aena (61%), Adif (22%) y Renfe (17%). æpermil;sta controla la redacción de proyectos de obra y control en el campo ferroviario, es líder destacada en ingeniería aeronáutica y crece en carreteras. Una parte importante de su trabajo se debe a encomiendas de gestión o adjudicaciones directas, lo que, a juicio de Tecniberia, merma la competencia y acaba con la iniciativa empresarial en plena crisis.
A mediados de este mes el colectivo llegó a culpar a Fomento, a través de una dura carta enviada al Ministro Blanco, de una restricción dramática del negocio. La misiva ponía de manifiesto "un profundo descontento con las encomiendas de gestión", figura que está elevando 1,5 veces los honorarios que se aplican en concurso abierto, encareciendo el coste para el sector público", criticaba Tecniberia.
Pero el choque no quedaba ahí. Se ampliaba a la relación del sector privado con Tragsa, en cuyo capital manda la SEPI (51%) y aparecen el Fondo de Garantía Agraria (39%) y distintas Comunidades Autónomas (10%). En este caso, la filial Tragsatec tiene el liderazgo indiscutible de la ingeniería para el desarrollo rural y actividades medioambientales.
Precisamente ha sido por este último frente por el que ha comenzado la búsqueda de soluciones, tras una serie de encuentros que culminaron hace una semana con una reunión entre la presidenta de Tragsa, María Luisa Graña, el presidente de Tecniberia, José Luis González Vallvé, y representantes de varias empresas privadas especializadas en ingeniería medioambiental.
Las distintas partes han acordado que Tragsatec subcontrate buena parte de los proyectos con sus rivales. Actualmente el grado de subcontratación alcanza una media del 8% en cada contrato, cifra que podría crecer gradualmente hasta el 50% de tope máximo que marca la ley.
Directorio de empresas
A la espera de que se sienten las bases de colaboración, la primera iniciativa en este contexto amistoso ha sido la creación, por parte de Tecniberia, de un registro de empresas especializadas en medio ambiente al que tendrán acceso los técnicos de Tragsa. Un directorio de capacidades que facilita la localización de la entidad más adecuada para cada tipo de trabajo.
Tragsatec suele apuntarse los contratos por encomienda de gestión, pero la Ley de Contratos del Sector Público le cierra las puertas en los concursos convocados por sus accionistas. Exclusivamente puede saltarse esa norma cuando no hay otras empresas interesadas: "cuando no concurra ningún licitador podrá encargarse a esta sociedad por Tragsatec la ejecución de la actividad objeto de licitación pública", cita la Ley.
Fuentes cercanas a Ineco y Tragsa aseguran que "hay disponibilidad para un diálogo fomentado por los propios titulares de Fomento y Medio Ambiente".
Una pelea por más de 2.000 millones anuales en contratos
Las distintas Administraciones del Estado dieron trabajo al sector de la ingeniería en 2008 por un volumen de 2.265 millones de euros. Los contratos se repartieron entre estudios, redacción de proyectos, control y vigilancia de obras.En la obra pública alrededor del 3% del presupuesto se va en el citado proyecto. Una cuota demasiado escueta para Tecniberia. A pesar de ser parte interesada, su cálculo es llamativo: "La inversión en obra pública es de 30.000 millones anuales en España y los modificados elevan esa cantidad en otros 10.000 millones. Esa desviación se quedaría en la mitad si la Administración invirtiera 500 millones más en ingeniería", citan desde la patronal.Esta postura pone en evidencia que, a proyectos y pliegos de condiciones menos elaborados y ajustados a la realidad de las obras, mayores posibilidades de que los encargos a las constructoras terminen encareciéndose por la vía de los rectificados.
El presidente de Ineco también abre vías al diálogo
Tras años de posturas encontradas, Ineco y las ingenierías privadas se van a sentar en una mesa de negociación. Fuentes de toda solvencia comentan que la cita está fijada para el próximo 12 de noviembre y que el encuentro se celebra por iniciativa de Fernando Palao, ex secretario de Estado de Transportes y presidente de Ineco desde el pasado 11 de mayo.Otras fuentes consultadas por este periódico aseguran que en el círculo del ministro de Fomento, José Blanco, opinan que Ineco debe ganar cuota fuera de España para dejar campo de actuación a su rivales en el mercado local y tenderles puentes en el internacional.Esta posición de dar oxígeno a las privadas, unida a las nuevas caras al frente de Ineco, parece haber motivado el acercamiento.La petición de Tecniberia es que se reduzcan en lo posible las adjudicaciones directas y, si no fuera posible, que Ineco reparta trabajo a través de la subcontratación.