Rajoy insiste en colocar a Rato para la presidencia de Caja Madrid
La designación del nuevo presidente de Caja Madrid ha entrado en su "fase final" y el líder del PP, Mariano Rajoy, apostará por colocar a Rodrigo Rato al frente de la entidad financiera debido a su "reputación y prestigio dentro y fuera" del panorama nacional.
Fuentes del PP confirmaron a Efe que el líder de los populares y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se reunieron el jueves en la sede nacional, en la madrileña calle Génova, para intentar resolver el dilema que ahora se cierne sobre la cuarta entidad financiera española: Ignacio González, número dos de Aguirre en el Gobierno madrileño, o Rato.
Mientras el Partido Popular aplaca sus dudas, el Gobierno y el PSOE asisten a esta "fase final" de la designación del sucesor de Miguel Blesa sin candidato oficial, pero con algunas nociones inequívocas sobre el currículum del elegido: un profesional con experiencia en el sector financiero, tal y como afirmó la vicepresidenta económica, Elena Salgado.
Los argumentos que manejan el Gobierno y Mariano Rajoy son prácticamente los mismos: quien presida Caja Madrid ha de ser una personalidad financiera de prestigio y reputación nacional e internacional, fiable, con contactos de envergadura en el sector, más técnico que político.
González no encajaría en ese perfil, lo que ni Gobierno ni Rajoy tienen problemas en ver, pero Rato sí cuadraría, y eso el líder del PP lo tiene muy claro, señalan las fuentes consultadas. De hecho, lo tuvo claro hace tiempo.
Incluso el presidente del PP habló a mediados del mes pasado con el que fuera su compañero en los gobiernos de José María Aznar -y gran rival en la sucesión del ex presidente- para concretarle la oferta. Rato le comunicó que estaba dispuesto a aceptarla.
Rajoy entonces se lo transmitió a Aguirre en el viaje a Copenhague para defender las posibilidades de Madrid como sede olímpica en 2016 y parece ser, por lo que apuntan las fuentes, que la presidenta madrileña no se mostró muy renuente.
De hecho, Esperanza Aguirre, con quien Rato tiene buena sintonía, y viceversa, habló elogiosamente del ex ministro hace dos meses.
Pero a lo largo de esta semana se desviaron los acontecimientos previstos: primero sonó el nombre del ex secretario de Estado de Economía Luis De Guindos y al final, avalado además por el Gobierno madrileño y supuestamente por PSM e IU, el de Ignacio González.
El presidente del PP, ante la propuesta aparentemente firme de Aguirre, guardó silencio, ya que tuvo que hacer frente al debate presupuestario en el Congreso, pero luego, el jueves pasado, llamó a la presidenta madrileña a su despacho para dejarle claro que Rato, por su prestigio y por su fiabilidad, habría de ser el presidente de Caja Madrid.
Según apuntan las fuentes, durante dicha reunión Rajoy no trató de imponer su elección ni de vetar otras, pues "no es su estilo", sino que procuró razonar su apuesta para convencer a Aguirre. Una apuesta de "sentido común" tal y como está la situación económica. Las mismas fuentes no precisan si el presidente del PP consiguió su propósito.
Entre medias, se han sucedido declaraciones de algunos protagonistas implicados, como el alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, a favor de que el criterio de Génova resulte vencedor, o del propio González, encantado de presidir Caja Madrid si hay consenso.
Reticencias de Aguirre y del Gobierno
Aparte de las reticencias que pudiera tener Esperanza Aguirre, la opción de Rato ha de superar también la resistencia del Gobierno, que no ve bien que un ex ministro de la influencia de Rato se sitúe en la Presidencia de una entidad como Caja Madrid.
Lo que sí resulta evidente es que la elección del nuevo presidente, previo acuerdo de las partes en juego, ha entrado en su "fase final", afirma una fuente consultada.
La tardanza en la concreción del candidato a suceder a Blesa podría retrasar el desenlace del proceso electoral para la renovación de Caja Madrid, habida cuenta de que está pendiente de resolución el recurso interpuesto por el Ayuntamiento de Madrid contra el modelo aprobado por el Gobierno regional.
Es decir, la culminación de la recomposición de Caja Madrid, cuarta entidad financiera de España, podría ocurrir no antes de fin de año.