Descapotables más seguros
La conducción al aire libre es una de las sensaciones más placenteras para un aficionado a los automóviles. El descapotable es el coche lúdico por excelencia, y aunque les envuelve una aura de exclusividad, lo cierto es que al principio todos los automóviles fueron descapotables. No fue hasta los años 30 y sobre todo 40 cuando los cabriolets comenzaron asumir la imagen de glamour y deportividad que mantienen hoy en día.
La gran revolución en el campo de los descapotables llegó con los techos duros plegables, tendencia que inició el Mercedes SLK de 1996. Luego le siguió el Peugeot 206 CC, y desde entonces se han lanzado muchos competidores. Sus ventajas son claras en cuanto a comodidad y aislamiento, y también ofrecen algo más de protección en caso de vuelco.
No obstante, la clave está en los materiales empleados en el marco del parabrisas y en los arcos que van detrás de los asientos. Los más modernos utilizan marcos de aceros de alta resistencia, y el nuevo Alfa 8C Spider incorpora como novedad este elemento en fibra de carbono. Otro avance en seguridad son los airbags instalados en las puertas, los cuales hacen la misma función que los airbags de techo que, lógicamente, no se pueden instalar en los coches con techo retráctil.