Reyal Urbis presenta el martes a sus bancos un plan para evitar el concurso
Reyal Urbis presentará el martes a sus bancos el plan que ha elaborado en colaboración con la firma Lazard para refinanciar la deuda de 4.800 millones de euros que actualmente soporta y evitar así el riesgo de un eventual concurso de acreedores, según fuentes financieras.
El principal objetivo del plan es establecer las vías para que la inmobiliaria logre liquidez y alargar al máximo los plazos de vencimiento de la deuda. Para ello, el proyecto previsiblemente determinará los activos del grupo con más posibilidades de venta, concretará el monto que se debe a acreedores no financieros y planteará un "esfuerzo" a los bancos en cuanto a apoyo financiero y alargamiento de plazos de pagos.
De su lado, y según dichas fuentes, la empresa abrirá un proceso de ''hibernación'', esto es, congelará todo tipo de operación e inversión.
Por el momento, la inmobiliaria resultante de la fusión de Reyal y Urbis ha paralizado la construcción del ''megaproyecto'' que desarrollaba en el Paseo de la Castellana de Madrid, presupuestado en 350 millones de euros cuando se presentó en 2006. También ha puesto en venta un conjunto de activos patrimoniales, entre ellos Rafael Hoteles y el centro comercial ''ABC Serrano'' de Madrid.
Un año después
Para la elaboración del plan el grupo inmobiliario controlado y presidido por Rafael Santamaría ha contado con Lazard, firma que firma acumula importante experiencia en refinanciaciones, dado que ha participado en las de Colonial, Metrovacesa y Cemex, entre otras.
En el caso de Reyal, se trata de un proceso complicado por la forma en que se pueda materializar, dadas las actuales condiciones de mercado, y porque en la negociación participan 51 entidades financieras, entre las que destacan Santander, Banesto, Caja Madrid, ''La Caixa'' y Banco Popular.
La inmobiliaria de Santamaría ha tenido que volver a sentarse a negociar su deuda con los bancos apenas un año después de alcanzar el último acuerdo. Las dificultades del mercado para ejecutar las ventas de activos, fundamentalmente de suelo, a las que entonces vinculó el convenio con las entidades financieras, han llevado a la inmobiliaria a una nueva refinanciación.