Sarkozy asegura que Francia ha salido de la depresión y que no subirá los impuestos
Francia ha salido de la depresión económica, aunque corre el riesgo de una recaída, y tiene ante sí el reto de sostener su crecimiento, pero esto no implicará la subida de impuestos, según el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
"Ahora hemos salido de la depresión, pero si se cede en el esfuerzo, la economía corre el riesgo de una recaída y la situación de las cuentas será peor", advierte el presidente en una entrevista con el diario "Le Figaro".
"Francia es, de todos los países industrializados, el que menos ha sufrido por la crisis. Este año tendremos una recesión del orden del 2%, cuando habíamos previsto un 3%, y los signos de recuperación son más acentuados que en cualquier otro sitio en Europa", defiende Sarkozy.
El presidente francés reconoce que, con la crisis económica, su país ha perdido "57.000 millones de euros en ingresos, lo que explica el deterioro de las cuentas públicas".
Pero esta situación no hará que el Estado aumente la presión fiscal: "no me han elegido para subir los impuestos y no los subiré", sentencia el presidente galo.
Afirma que no tocará la fiscalidad porque afirma creer "en el principio según el cual no se puede quitar a nadie más de la mitad de lo que gana".
En relación al comportamiento de la banca, Sarkozy, quien durante los últimos meses ha criticado públicamente algunos comportamientos determinados de representantes del sector, considera ahora que "los bancos han respondido a lo que esperábamos de ellos y se han convertido en un ejemplo".
"Cierran sus filiales en paraísos fiscales y el dispositivo aprobado en Francia para regular las bonificaciones de los operadores se ha aplicado en el resto del mundo durante (la reunión de) el G-20", afirma Sarkozy.
En relación con las subvenciones públicas destinadas a proteger a la banca del impacto de la crisis financiera, asegura que a finales de este mes los organismos financieros habrán devuelto al Estado 13.000 millones de los 20.000 prestados.
"La ayuda que les ha prestado el Estado ha sido rentable para los contribuyentes", concluye Sarkozy.