Economistas a la espera del premio más prestigioso
Los españoles Galí y Sala i Martín, entre los posibles ganadores del Premio Nobel que se falla hoy.
Es el último en concederse, aunque en realidad no es un Premio Nobel, sino el Premio de Economía del Banco de Suecia en honor a Alfred Nobel. Eugene Fama, Robert Barro y Ernst Fehr son algunos de los favoritos, entre los que también hay dos españoles: Xavier Sala i Martín y Jordi Galí. La solución, hoy a las 13 horas.
"Sin duda alguna, se lo daría a Robert Barro", asegura Sala i Martín, profesor de Desarrollo Económico en la Universidad de Columbia (Nueva York). "Es mi gran favorito por sus aportaciones a la teoría de la deuda en los años setenta, por sus aportaciones a la macroeconomía del equilibrio en los ochenta y por sus aportaciones a la teoría del crecimiento en los noventa". La victoria de Barro, profesor de Harvard, se pagaba 7 a 1 en las apuestas online de la casa Ladbrokes.
El favorito era Eugene Fama, de la Chicago Booth School of Business, cuyo éxito se pagaba sólo 2 a 1. "También tiene opciones, aunque siendo el padre de la teoría de los mercados financieros eficientes, no creo que sea políticamente correcto dárselo este año", apunta Sala i Martín. "Y ya sabemos que eso de la corrección política el jurado lo tiene mucho en cuenta. Miren si no el escandaloso premio Nobel de la Paz a Obama o Al Gore".
El galardón del Banco de Suecia ha sido políticamente polémico en ocasiones, como en 1976, cuando premió a Milton Friedman, que acababa de encontrarse con Pinochet en Chile. En otros casos la controversia fue puramente financiera: "El trabajo de Markowitz, Miller y Sharpe, premiados en 1990, se había demostrado fallido en 1987", recuerda Pablo Martín de Holan, profesor de IE Business School. Robert Merton y Myron Scholes lo ganaron en 1997, y un año después el hedge fund Long-Term Capital Management, del que eran ejecutivos, se hundió tras perder 3.000 millones de euros en cuatro meses.
Desde el punto de vista académico, la crítica que se le hace es que premia sistemáticamente a "gente mainstream, que se trabaja con métodos y áreas de investigación muy reducidos", señala el sociólogo Martín de Holan. "No apuestan por ideas provocadoras". En cierto modo ocurre lo contrario que en el Nobel de Literatura. "En economía es como si premiaran al que más libros vende". La prevalencia de la Universidad de Chicago, y en general de los nacidos en Estados Unidos es abrumadora, más que en los premios Nobel oficiales. Además, en sus 40 años de historia no lo ha ganado ninguna mujer.
Las apuestas para Sala i Martín, que además es fundador de Umbele por África y directivo del Fútbol Club Barcelona, se pagaban 10 a 1. "Está muy bien darse cuenta que hay gente que apuesta por ti, y con dinero de verdad, en cualquier ámbito de la vida porque te enseña que alguna cosa has hecho bien en la vida y porque te da ánimos a seguir trabajando", reconoce. æpermil;l no sabe si es candidato o no, porque es secreto. El jurado del premio, que se renueva cada tres años y está formado por "gente respetable", como los describe Martín de Holan, envía cartas a un millar de economistas de prestigio, tanto académicos como profesionales, y les pide que elijan sus candidatos, de donde extraen una lista más corta.
Jordi Galí no aparece en las apuestas, pero sí en la lista de seis candidatos de Thomson Reuters, que se basa en el número de citas en publicaciones especializadas. Galí es director del Centro de Investigación de Economía Internacional de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y está entre el 1% de economistas más importantes, según la agencia de información financiera. Su trabajo se ha centrado en los ciclos económicos y en las políticas monetarias.
El hecho de que Nobel aparezca en el nombre oficial del premio también ha sido criticado, entre otros por algún heredero de éste. Martín de Holan recuerda que no hay Nobel de Matemáticas, "y no se les ha ocurrido utilizar su nombre; lo llaman Medalla Fields", por John Charles Fields, su fundador. Los medios de comunicación sí lo denominan el Nobel oficioso, al igual que el Pritzker de arquitectura.
Otra cuestión es si estos premios sirven para reconocer grandes contribuciones a la humanidad, que era el objetivo original de Alfred Nobel. Como señala Martín de Holan, "es discutible que encontrar un nuevo método para calcular el valor de los derivados lo sea".
Previsiones acertadas y fallidas
Los apostantes de Ladbrokes tienen buen ojo para los Nobel, al menos el de Literatura. Herta Müller era la favorita horas antes de la concesión del premio, empatada con Amos Oz, tras remontar los días anteriores al fallo. El año anterior había ocurrido lo mismo con Jean-Marie Le Clèzio, y Ladbrokes había llegado a cerrar las apuestas antes de la hora.Otros que pueden presumir de sus aciertos este año son Thomson Reuters, puesto que el premio de Medicina lo han ganado tres de sus seis nominados: Blackburn, Greider y Szostak. En cambio, no acertaron el de Física, entre cuyos candidatos citaban al español Juan Ignacio Cirac.Thomson hace predicciones desde 2002 en las cuatro categorías científicas (Física, Química, Economía y Medicina) y se abstiene en el de la Paz y el de Literatura. Al principio, sólo elegía tres candidatos. Acertaron el de Economía de Daniel Kahneman en 2002 y el de Robert Engle y Clive Granger en 2003, así como los de Robert Grubbs en 2005 y Roger Tsien en 2008, ambos en Química. En otras ocasiones han ganado investigadores que habían sido citados en años anteriores. Ernst Fehr, de la Universidad de Zúrich; Matthew Rabin, de Berkeley; William Nordhaus, de Yale, y Martin Weitzman, de Harvard, son favoritos tanto para Thomson Reuters como para los apostantes de Ladbrokes.El septeto lo completan John Taylor, de Stanford, y Mark Gertler, de Nueva York. En Ladbrokes apuestan incluso por el primer ministro británico Gordon Brown, aunque eso sí, 100 a 1. Pero por el Nobel de la Paz de Obama no había apostado nadie.
Ceremonias
Los premios Nobel se conceden desde 1901 y están dotados con 980.000 euros. Los de este año se entregarán el 10 de diciembre en Estocolmo, a excepción como siempre del Nobel de la Paz, que se entrega en Oslo (Noruega) el mismo día.