BBK evita apoyar los cambios del reglamento del consejo de Iberdrola
BBK, segundo accionista de Iberdrola, por detrás de ACS, y con un puesto en el consejo de la eléctrica, no acudió a la última reunión del mismo. De esta manera, ha evitado apoyar un cambio del reglamento que supone dar más poderes al consejo a la hora de forzar la dimisión de los consejeros dominicales o que éstos continúen, aunque el accionista al que representan reduzca su participación.
El pasado 22 de septiembre, Iberdrola comunicaba al regulador del mercado de valores que su consejo había acordado la modificación de 10 artículos de su reglamento y le remitía el nuevo texto refundido. Sin embargo, dicho acuerdo se produjo sin el voto de BBK, el principal accionista representado en el consejo. Fuentes de toda solvencia aseguran que su consejero dominical, Xabier de Irala, no acudió a la reunión y la entidad, además, decidió no delegar el voto, delegación habitual en caso de ausencia, como recoge el propio reglamento.
BBK, con algo más del 7% de capital, confirmó que Irala no pudo acudir a la reunión del consejo porque tenía previsto con "anterioridad" un viaje "inaplazable". La entidad presidida porMario Fernández eludió, sin embargo, realizar más comentarios sobre el sentido que puede tener para el futuro de Iberdrola, y de su cúpula ejecutiva, los cambios aprobados por su máximo órgano de gobierno.
Por su parte, fuentes de Iberdrola atribuyen la ausencia "al cambio en la presidencia de la caja", que se produjo en julio, y las dudas que la entidad hamantenido respecto a si Irala, antecesor en el cargo deMario Fernández, iba a seguir o no como consejero de la eléctrica en representación de BBK. Finalmente, continuará, añaden.
Más poder para el consejo
La modificación más destacada del reglamento se refiere al cese de los consejeros dominicales. Hasta ahora, estos estaban obligados a presentar su dimisión si transmitían "su participación accionarial en la compañía" o si el accionista al que representan vendía "íntegramente" su paquete. Según la nueva redacción del reglamento, a partir de ahora, los dominicales están obligados a poner su cargo a disposición del consejo cuando su representado venda o transmita "total o parcialmente su participación", de tal manera que ésta pierda la condición de "significativa o suficiente" para justificar el nombramiento.
Existe una participación proporcional incuestionable que determina la ley de sociedades anónimas (en función del capital de la sociedad y el número de puestos del consejo), a partir de la cual, todo accionista tiene derecho a tener un puesto en el consejo: en Iberdrola es el 6,7%. æpermil;ste sería el caso de ACS, que tiene un 7,7% (hasta el 12%, si se suman los derivados), y que solicitó tras la venta de Unión Fenosa, un puesto en el consejo de Iberdrola. El presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, esgrimió que no había vacantes, a lo que el de ACS, Florentino Pérez, respondió que se reservaba su derecho a acudir a los tribunales. Más allá de la citada participación proporcional está la denominada "significativa" a la que alude el reglamento, y es "la que considere el consejo", según la propia Iberdrola. Se trataría de la participación, que estando por debajo de ese 6,7%, permitiría a un consejero dominical cuyo representado baje de ese límite (por ejemplo, al 4%) seguir en su puesto o no. Además de Irala y de Juan Luis Arregui (el primer accionista individual), en el consejo de Iberdrola sólo hay otro dominical, José Luis Olivas, en representación de Bancaja, que tiene un 5,7%.
Distintas fuentes jurídicas y empresariales aseguran que con estos cambios se refuerzan lasmayorías del consejo, aunque sea la junta la que tiene la última palabra. Y añaden que, en el caso de Iberdrola, "se trata de que no se produzca ninguna vacante, pues, aunque sea mediante un simple relevo personal de alguno de estos consejeros dominicales, ACS tendría derecho a ocupar el sillón que quedara libre, aunque fuese por unas horas".
Socios en la torre más alta de Bilbao
La relación de BBK con Iberdrola se extiende más allá de la participación de algo más del 7% en su capital. La entidad de ahorro, que apadrinó la llegada de Ignacio Sánchez Galán a su cúpula ejecutiva, en los tiempos convulsos en los que la compañía estaba en el punto de mira de otras sociedades del sector, mantiene otro tipo de relaciones societarias con la firma eléctrica. Así, son socios en la Torre de Iberdrola, el edificio que, con sus 165 metros de altura, se convertirá en el más alto de Bilbao y, también, del País Vasco. En esta compañía, Iberdrola tiene el 66% del accionariado y BBK el 33% restante.Esta alianza no estaba prevista. Cuando se fraguó el proyecto de la torre, la empresa eléctrica se asoció a firma inmobiliaria titular a su vez de la mayoría del capital del grupo hotelero Abba. En el acuerdo, que fijaban porcentajes del 50% para cada uno, se pactó el reparto de los pisos del gigantesco inmueble en el que, en teoría, se ubicaría un hotel ocupando dos de sus plantas.El pacto falló. Los problemas económicos de la inmobiliaria, como consecuencia de la caída de la venta de viviendas le obligaron a renunciar al proyecto e Iberdrola buscó un nuevo socio. BBK acudió al rescate y, tras pagar 80 millones de euros, acordó hacerse con el 33%. Hoy, la Torre de Iberdrola tiene ya levantadas 25 plantas sobre un total de un 41. La eléctrica ocupará 10 y el resto serán alquiladas.