La UE admite la posibilidad de frenar el comercio paralelo de medicamentos
El Tribunal de Justicia europeo sentenció ayer que las restricciones al comercio paralelo en el sector farmacéutico podrían estar justificadas en ciertos casos. Los jueces obligan a la CE a revisar la prohibición de esas prácticas que impuso a Glaxo en España.

La eterna batalla entre fabricantes y distribuidores del sector farmacéutico se complicó ayer un poco más a raíz de una sentencia sobre las prácticas comerciales de GlaxoSmithKline en España. Los primeros pretenden frenar la reexportación de sus productos dentro de la UE para evitar una caída de los beneficios. Los segundos defienden su derecho a explotar las diferencias de precios que conviven dentro de la UE para dar a sus clientes las mejores ofertas.
Ni unos ni otros pueden cantar una victoria definitiva tras el veredicto de ayer del Tribunal de Justicia europeo.
El fallo confirma la ilegalidad per se de la restricciones al comercio paralelo. Pero exige a la Comisión Europea que revise su decisión de no conceder a Glaxo la exención a las normas de competencia que solicitó en 1998 para su política de doble precio (uno para el comercio nacional y otro, más elevado, para la exportación) en España.
La sentencia, que resuelve los recursos de casación contra otra anterior en primera instancia, pide que Bruselas tenga en cuenta en esa revisión si esa traba al comercio paralelo "contribuye a mejorar la producción o la distribución de productos o a fomentar el progreso técnico o económico".
La Comisión siempre se ha mostrado remisa a aceptar cualquier excusa para frenar el comercio paralelo, porque, a su juicio, supone la fragmentación del merado interior y la negación a los consumidores de las ventajas que ese mercado reporta.
Pero los jueces parecen abrir una vía de excepción para la industria farmacéutica. Y exigen a la CE que tenga en cuenta en sus análisis sobre el comercio paralelo "las características y eventuales especifidades del sector de que se trate". La inversión en I+D se presenta como la coartada más lógica para justificar medidas excepcionales que garanticen los ingresos.
Una portavoz de Glaxo declaró a Reuters que la sentencia "da la razón a la postura" de la farmacéutica.
La patronal de las distribuidoras dedicadas al comercio paralelo, EAEPC (en sus siglas en inglés) lamentó que "el Tribunal haya pedido a la Comisión que estudie de nuevo las especifidades del sector farmacéutico". EAEPC confía en que la Comisión Europea "tenga el coraje y la convicción para declarar que GSK no puede beneficiarse de ninguna excepción". Y esa patronal se consuela, al menos, con el hecho de que los jueces "hayan dejado claro que los dobles precios en este sector son ilegales".