Espíritu emprendedor para superar la crisis
El actual ciclo económico propicia nuevas fórmulas laborales para quienes se animan a crear negocios de forma diferente.
Decidí decantarme por la vía del trabajo autónomo, creando una compañía de representaciones industriales, cuando observé que los objetivos de la empresa para la que trabajaba no coincidían con los míos y tenía suficientes conocimientos como para pensar que podría alcanzar un nivel de ventas adecuado por mi cuenta", explica Fabio Danzé. Este empresario italiano afincado en Barcelona es uno de los pocos emprendedores que en España han decidido embarcarse en una aventura llena de retos desafiando la actual coyuntura financiera.
Y es que los datos no permiten ser muy optimistas; entre enero y agosto de 2009 se crearon 54.350 empresas, lo que supone un 31% menos que en el mismo periodo del año anterior, y se disolvieron 14.150, un 1% más, de acuerdo con los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística). Por comunidades, las creación de compañías estuvo liderada por Madrid, seguida de Cataluña y Andalucía.
Tras esa fría y cruda realidad estadística se encuentran las dificultades a las que deben enfrentarse cada día los pequeños y medianos empresarios desde que estalló la crisis y se iniciaron las dificultades para lograr liquidez: los bancos danmenos préstamos y de cuantías inferiores, a tipos de interés más elevados y exigen garantías que la inmensa mayoría de ellos no pueden cumplir. Junto a esta sequía crediticia, el frenazo brutal en el consumo interno, con el consiguiente desplome de las ventas, y los problemas para cobrar facturas atrasadas hacen el resto.
Para Patricio Rodríguez-Carmona, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (Ceaje), "éste es un momento tan bueno como cualquier otro para lanzarse a poner en marcha una idea empresarial. Es ahora cuando surgen nichos demercado que otros han desestimado o han tenido que cerrar. Enmomentos de crisis es cuando un buen proyecto puede destacar más, si se aprovecha para introducir nuevos productos o nuevas líneas de trabajo. El problema fundamental radica en que se requieren inversiones muy grandes y eso implica que la gente se lo piense más, pero aun así sigue arriesgando", reconoce.
"En elmes de abril alcancé un acuerdo con la empresa de publicidad en la que había estado trabajando hasta entonces para abandonar la compañía, ya que pensé que era un momento profesional y personal excelente para incorporar todami experiencia de veinte años a mi propio proyecto personal", cuenta JoséManuel Folgado. "Compartía desde hacía tiempo la inquietud por iniciar la aventura de crear con mi actual socio nuestra propia empresa de exclusivas, y así fue como nació Delivery Media"
Actualmente, el 92% de los emprendedores tiene una buena base de experiencia laboral previa a la creación de su empresa. Se trata de profesionales con una dilatada experiencia como directivos, cansados de trabajar para otros y que han visto en éste el momento perfecto para dar el paso -uno de cada tres-, y están aquellos otros, los desempleados o la gente que se encontraba finalizando su formación, a los que la necesidad ha precipitado esa decisión -dos de cada tres-, según datos del sector. Por sexos, pese a que ha crecido el número de mujeres emprendedoras, sigue predominando el varón.
Barreras
La principal barrera con la que se encuentra el emprendedor en España sigue siendo la financiera, puesto que los bancos siguen mirando más los avales y las garantías que el proyecto en sí. Muestra de ello es el resultado de la encuesta realizada por la Ceaje entre todos sus asociados, que refleja que el 83,5% de los jóvenes empresarios reconoce que continúa teniendo problemas de financiación.
"En nuestro caso no hemos encontrado ningún tipo de ayuda para crear la empresa", afirma Folgado. "Creo que la creación de riqueza y empleo no sólo no recibe suficientes ayudas, sino que se penaliza con un enorme coste para el empresario. La inversión publicitaria, de la que nosotros dependemos, está teniendo un significativo descenso, por lo que parece evidente que la crisis y la bajada del consumo tienen una repercusión directa en nuestro negocio. Sin embargo, pensamos que para superarlo sin apoyos de ningún tipo debemos ser capaces de dimensionar adecuadamente la compañía, tener humildad y confiar en la propia capacidad de trabajo".
La barrera psicológica es también un gran obstáculo; existe un gran miedo al fracaso y al riesgo, y esto constituye un freno muy importante a la hora de enfrentarse a un proyecto empresarial. "Es esencial un cambio cultural en este sentido. No podemos seguir apartando de la sociedad a aquel que fracasa en su proyecto empresarial. Por ejemplo, en Estados Unidos se valora mucho más a aquella persona que ha fracasado en alguna ocasión, porque no sólo lo reconoce abiertamente, sino que se levanta y lo vuelve a intentar", reconoce Rodríguez- Carmona.
Con más de cuatro millones de parados, la opción de la franquicia se baraja como otra alternativa de autoempleo. A Miguel Alonso, ex director financiero y comercial de una multinacional papelera, no le quedó más remedio que perder cualquier miedo al fracaso e iniciar un proyecto en solitario tras ver cómo su empresa -en la que llevaba trabajando más de doce años- era absorbida otra más grande. "Creo que desde hace tiempo las empresas no se casan con nadie y debemos pensar en otras alternativas", apunta. Desde hace un mes escaso, Alonso es propietario de la primera franquicia abierta enMadrid de la compañía de reeducación nutricional Nucorpo.
La excesiva burocracia administrativa es otro lastre a tener en cuenta, tanto al principio de la puesta en marcha del negocio como durante toda su vida e, incluso, hasta en el momento de cerrar si llega el caso. La maraña de trámites a la que hay que hacer frente lastra la competitividad de las empresas. Por ello, todos los organismos internacionales sitúan a España entre los países peor valorados en cuanto a simplificación administrativa. Se tarda una media de 47 días en constituir la empresa y hay que realizar hasta 12 trámites para la apertura.
"Es necesario impulsar la simplificación administrativa como medida de apoyo al nuevo empresario emprendedor", reconoce Rodríguez-Carmona. Opinión que comparte Guillermo Ortega, pionero en España en la distribución y comercialización de productos de restauración basados en fruta natural a través de su empresa Squezze Life. "Introducir un nuevo producto en el mercado ya es de por sí complicado, y si además el emprendedor se siente desalentado por la falta de apoyo y lentitud de la Administración, desde luego que no ayuda", sentencia.
Otro sector que se postula con futuro es el de la externalización de servicios o outsourcing. En épocas de dificultad, las firmas reducen personal y acuden a proveedores externos. Es el caso de Julián Osorio: "Por la crisis tuve que cerrar mi empresa de construcción y despedir a mis 25 trabajadores el pasado mes de marzo. Decidí hace unos meses crear otra, esta vez en solitario, haciendo lo mismo pero delegando responsabilidades a terceros. Con ello he conseguido potenciar mis ventas y minimizar los costes al máximo".
En lo que todos coinciden es que la ilusión y las grandes dosis de optimismo conducen al éxito, como reconoce Álvaro Teixeira, freelance multimarca del sector textil.
España, a la cola de Europa
La restricción del crédito a las empresas fruto de la crisis financiera mundial es mucho más acusada en España que en los demás grandes países europeos, algo que resulta especialmente evidente en el caso de las pymes, las más damnificadas.Así se refleja en la primera encuesta sobre acceso a la financiación de las empresas elaborada por el Banco Central Europeo (BCE), que recoge una muestra de 6.000 compañías de los cuatro mayores países de la zona euro: Alemania, Francia, Italia y España.Según los resultados de este sondeo, sólo el 42,2% de las empresas españolas han conseguido la totalidad del crédito que han solicitado a su banco o caja. Esta cifra contrasta con lo que sucede en otros países de nuestro entorno, con el 74,4% de Alemania, el 80,4% de Francia y el 66,4% de Italia.Las dificultades de acceso al crédito en España son generalizadas independientemente del tamaño de las empresas. Así, el 40,1% de las grandes compañías y el 42,9% de las pymes declaran haber obtenido los préstamos solicitados. Ahora bien, las peor paradas son las microempresas, donde sólo el 39,5% ha tenido esa suerte.Por el contrario, el porcentaje de empresas que vio rechazada totalmente su solicitud de crédito alcanza el 21,2% en nuestro país, frente al 3,8% de Alemania, el 9% de Francia y el 7,9% de Italia. Curiosamente, declaran un mayor porcentaje de rechazo las grandes empresas (25,1%) que las pymes (20,1%).