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A fondo

Tandberg amplía el desierto TIC en Europa

El presidente de la patronal española Asimelec, Martín Pérez, advirtió la pasada semana que Europa corría el riesgo de convertirse en una isla tecnológica, en la que "no se fabrica nada" relacionado con esta industria. Y aseguró que la región se está quedando atrás en este ámbito frente a EE UU y países asiáticos como Japón, China, Taiwán o Corea del Sur.

El directivo afirmó también que en el Viejo Continente no se valora correctamente el peso que la industria de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) tiene en el conjunto de la economía como dinamizadora de otros sectores. Y todo en un momento en el que muchos expertos de todo el mundo coinciden en que las TIC van a ser una herramienta fundamental para salir de la grave crisis actual y para la configuración del nuevo modelo económico.

Ahora, esa posición de inferioridad tecnológica de Europa ha vuelto a agravarse. El pasado jueves, el gigante estadounidense de las redes de internet Cisco Systems anunció un acuerdo para la compra de la compañía noruega Tandberg, especializada en el negocio de las comunicaciones visuales (videoconferencia y telepresencia), una de las áreas que cuenta con mejores previsiones de crecimiento. La empresa nórdica, con 1.500 empleados repartidos entre 34 países y dos centros de innovación en Noruega y Reino Unido, se había convertido durante los últimos tiempos en una de las referencias tecnológicas europeas. Ahora este negocio estará dominado por Cisco, que en esta operación no va a tener problema en desembolsar 3.000 millones de dólares en efectivo (de los cerca de 35.000 millones que tiene en su tesorería), y la también estadounidense Polycom.

Y no es el único segmento dominado por las empresas de EE UU, muchas situadas en Silicon Valley (el centro de la innovación tecnológica del país), o del sureste asiático, y en el que sus rivales europeas apenas tienen una presencia testimonial.

El sector mundial de los ordenadores personales, quizá uno de los sectores más simbólicos de toda la industria TIC, está liderado por grupos norteamericanos como HP y Dell, o asiáticos como Acer, Toshiba o Lenovo. Ni siquiera entre los primeros vendedores de PC en el propio mercado europeo hay un fabricante procedente de algún país del Viejo Continente.

En el segmento de los servidores la situación es muy similar. El ranking de la consultora Gartner situaba al final del segundo trimestre a las estadounidenses HP, IBM, Dell, Sun Microsystems y la japonesa Fujitsu en los cinco primeros puestos. De este mundo de las TIC salió la compañía alemana Siemens la pasada primavera cuando vendió su 50% de Fujitsu Siemens a su socio nipón tras una aventura conjunta de casi una década.

En los sistemas operativos el líder claro es Microsoft. Su Windows está instalado en cerca del 90% de los PC de todo el mundo. En internet, los grupos más grandes son casi todos estadounidenses: Google, Microsoft, Yahoo, Amazon, Ebay o las populares redes sociales Twitter y Facebook. El entretenimiento más cool es cosa de Apple, gracias a su tienda iTunes y a los revolucionarios iPod y iPhone. Mientras, los videojuegos son una cuestión de Sony, Nintendo y Microsoft.

Por si fuera poco, las bolsas europeas especializadas en la tecnología no han podido, ni de lejos, desplazar de su liderazgo al Nasdaq, el mercado más moderno del mundo.

Europa sólo mantiene una posición de relevancia en áreas como el software de gestión empresarial y en los móviles. En el primero de estos negocios, SAP es un estandarte mundial y ha defendido su puesto ante el empuje de otros grupos como Oracle y Microsoft. De lo que no ha podido librarse el grupo alemán es de los rumores que, una y otra vez surgen en los mercados financieros, sobre una posible opa por parte de gigantes de EE UU (el nombre de Microsoft ha sonado en más de una ocasión).

En los teléfonos móviles, Nokia logró hacerse con el liderazgo mundial hace más de una década cerrando el paso a la estadounidense Motorola, considerada hasta entonces por muchos como la gran impulsora del invento. El grupo finés mantiene una cuota del 36,8% en el mercado mundial de terminales, aunque la presión de grupos como Apple o RIM, con su Blackberry, y las asiáticas Samsung o LG es cada vez mayor.

También en las infraestructuras celulares la presencia europea es amplia gracias a compañías como Ericsson, Nokia Siemens Networks o Alcatel-Lucent, quizá la última gran operación corporativa en la que una empresa europea se hizo con el control de un grupo estadounidense. De todas maneras, su posición no es fácil dada la creciente competencia que ejercen los fabricantes chinos ZTE y Huawei. Dos compañías que poco a poco se han hecho con importantes carteras de contratos con operadores de telecos de países occidentales.

La cuestión que se plantea es cómo Europa va a poder dar la vuelta a esta situación para ocupar una posición de mayor relevancia en el mapa mundial de las TIC. Muchas empresas del sector tecnológico en el Viejo Continente han pedido a sus respectivos gobiernos y a las autoridades comunitarias un mayor esfuerzo inversor en investigación y desarrollo, para dar un impulso a la innovación.

Ahora bien, tampoco se puede dejar en manos públicas el desarrollo tecnológico. En la industria se coincide también en que para poder competir con EE UU, los países europeos deberían articular mecanismos para fortalecer segmentos como el capital riesgo y favorecer la inversión en start-ups tecnológicas que, en un futuro, pudieran convertirse en protagonistas mundiales.

Junto a estos impulsos, quizá otro de los grandes desafíos sería la concienciación del papel clave que la tecnología puede tener para la mejora del desarrollo económico. Sólo así, y como decía el responsable de Asimelec, "las Google, Microsoft o Apple del futuro serán empresas europeas".

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