Los grandes bancos europeos superan la prueba de estrés de la UE
La banca europea se encuentra preparada para superar una potencial recaída de la actividad económica, según las pruebas de estrés que ha realizado la UE. Los ministros de Economía calificaron ayer de "tranquilizador" ese resultado.
Los pruebas de estrés se han llevado de manera coordinada sobre 22 grandes bancos transfronterizos, que representan el 60% de los activos del sector en toda la UE. Los resultados particulares son confidenciales. Pero el presidente semestral del consejo de Ministros de Economía y finanzas de la UE (Ecofin), el ministro sueco Anders Borg, aseguró ayer en Gotemburgo que los tests revelan que los bancos están "suficientemente capitalizados".
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, que asistió en Gotemburgo a la reunión informal del Ecofin, también señaló que "los resultados muestran que nuestro sistema financiero puede resistir incluso los tests más exigentes".
Las pruebas se han realizado en base a unas hipótesis que, en sus casos más negativos, apuntan a una caída del crecimiento del PIB de la UE y de la zona Euro del 5,2% en 2009 (la previsión apunta al 4%) y del 2,7% en 2010 (cuando se prevé que el crecimiento del club comunitario deje ya la zona de números rojos). En el sector inmobiliario, el escenario más adverso de las pruebas de esfuerzo contempla una caída de los precios de la vivienda del 14% este año y del 15% el que viene; y del 17% y el 13%, respectivamente, en locales comerciales.
Con esos parámetros, las pérdidas estimadas que podrían sufrir los bancos europeos rondarían los 400.000 millones de euros entre 2009 y 2010. Incluso en esas condiciones extremas, según el Ecofin, la solvencia del sector financiero resistiría.
El examen muestra que la ratio de capital Tier 1 (el de alta calidad) para el conjuntos de los bancos se mantendría por encima del 8%. Y que esa proporción, en el escenario más adverso de los contemplados, no descendería del 6% en ninguna entidad analizada.
La vicepresidenta económica del Gobierno español, Elena Salgado, que también acudió a la cita de Gotemburgo, resaltó que las pruebas de estrés demuestran que "aunque la situación se deteriorara, las 22 entidades sistémicas tienen resistencia suficiente para soportar un empeoramiento de las condiciones económicas".
Salgado aseguró que a los bancos españoles no les toca "nada" de las pérdidas estimadas y se mostró además convencida de que no se confirmará un escenario económico tan negativo. Santander y BBVA son los dos grupos que, teóricamente, han participado en la prueba.
Aún así, el director de asuntos monetarios del FMI, José Viñals, pedía el miércoles a la banca española que siga dotando provisiones para hacer frente al incremento de la morosidad.
El ejercicio de verificación de la fortaleza de la banca europea se puso en marcha a principios de año. El Comité Europeo de Supervisores bancarios (CEBS, en sus siglas en inglés) desarrolló la metodología común que se ha aplicado a los grandes bancos.
La iniciativa provocó cierta polémica, porque la UE decidió mantener la confidencialidad de los resultados a diferencia de EE UU, donde se publicaron banco por banco.
Bernanke, dispuesto a compartir poder
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, compareció ayer ante el Congreso con unas propuestas para la futura regulación financiera que matizan más que sensiblemente la posición que había mantenido en el debate.Para empezar, Bernanke se mostró dispuesto a compartir poder en la tarea de la supervisión y regulación del riesgo sistémico. Si hasta ahora había defendido que la Fed era la única institución con capacidad para este cometido, ayer señaló que un nuevo consejo de reguladores financieros, y no solo la autoridad monetaria, debería supervisar el riesgo sistémico. El cambio de tono es importante porque es el Congreso quien decide y en las cámaras hay mucho recelo ante la propuesta de la Casa Blanca de convertir a la reserva en una SuperFed.Bernanke defendió la idea de proteger a los consumidores pero evitó apoyar la creación de una agencia independiente para ello, como planea el Gobierno.