Hacienda limita la nueva rebaja fiscal para autónomos en el IRPF
El Gobierno anunció que los autónomos y pymes que tributan por IRPF y que mantengan el empleo podrán rebajarse en un 20% los rendimientos netos declarados. Sin embargo, el proyecto de ley incluye un límite que Hacienda no publicitó: la reducción no podrá superar el 50% del sueldo que abona el autónomo al conjunto de sus trabajadores.
Como en las ofertas publicitarias, los anuncios del Gobierno también cuentan con una letra pequeña. El Ejecutivo ha decidido incluir en la Ley de Presupuestos del Estado de 2010 una rebaja fiscal del 20% para todos los autónomos y pymes que tributan en el IRPF y que cumplan tres condiciones: tener una plantilla inferior a 20 trabajadores, no alcanzar los cinco millones de cifra de negocio y mantener el empleo. Sin embargo, la normativa indica que el "importe de la reducción no podrá ser superior al 50% del importe de las retribuciones satisfechas en el ejercicio al conjunto de sus trabajadores".
Es decir, si un autónomo o una pyme tiene un único trabajador con un salario de 21.000 euros anuales, sólo podrá deducirse la mitad de ese sueldo, 11.000 euros, independientemente del rendimiento neto obtenido. La mayor parte de autónomos que tienen empleados cuentan con uno o dos trabajadores y, por lo tanto, fácilmente pueden verse perjudicados por ese límite. Por otra parte, las pymes que tributan por el sistema de módulos en el IRPF no suelen tener más de dos empleados. Así, una microempresa con un sólo asalariado que obtenga unos rendimientos netos de 60.000 euros y cumpla las condiciones para aplicar la rebaja de un 20% en el IRPF, tendría derecho, a priori, a recortar su base imponible en 14.000 euros. Sin embargo, si el empleado cobra un sueldo medio de 21.000 euros -la mayor parte de los asalariados gana menos- no podrá aplicar la rebaja completa, ya que el 50% de la retribución que ha pagado (11.000 euros) es inferior a la deducción.
Si bien la medida puede afectar a empresarios con beneficios relativamente bajos, todo indica que la medida ha sido ideada para evitar abusos. Un profesional que gana cinco millones anuales podría aprovechar esta ley para contratar un asalariado y, así, declarar un millón menos de beneficios. Con la cláusula del Gobierno se evitan situaciones injustas como esta.
La Ley de Presupuestos establece que los mismos requisitos que rigen para los autónomos para aplicarse la rebaja fiscal -tener una cifra de negocio inferior a 5 millones, un plantilla por debajo de los 25 empleados y mantener el empleo- también permitan a una empresa que tributa por el impuesto de sociedades aplicar un tipo del 20% en lugar del 25%.
Sólo los primeros 120.202,41 euros de beneficio pueden aplicar el tipo del 20%. Sin embargo, este límite no es nuevo. Actualmente, las empresas con una facturación inferior a ocho millones de euros tributan al 25% en lugar del gravamen general del 30%. Esta rebaja -que entró en vigor en 2007- también fija el umbral en los 120.202,41 euros.
¿Las empresas vacilarán a la hora de despedir?
Los expertos fiscales consideran que la rebaja fiscal de cinco puntos en el impuesto de sociedades y del 20% en el IRPF para las empresas y autónomos no representa un incentivo suficientemente atractivo para evitar despidos. Un trabajador con un sueldo medio de 21.000 euros supone un coste para la empresa de 24.375 euros anuales, sumando el salario y las cotizaciones sociales. Un ahorro muy superior al que se puede obtener a través del incentivo fiscal que el Gobierno ha incluido en los Presupuestos del Estado para 2010.