Caja Madrid se apunta a la moda de la venta de oficinas a sus clientes
Caja Madrid ha decidido apuntarse a la tendencia del sale and lease back -venta con derecho a alquiler y a recompra- de sus oficinas, operación que están realizando prácticamente todas las entidades financieras y que el Banco de España recomendó hace más de un año al sector para reducir costes y realizar ingresos extra en uno de los ejercicio peor de la historia de la banca.
Pese a haber tomado esta decisión, la caja que preside Miguel Blesa no quiere vender de una sola vez su red, 2.183 oficinas, según los últimos datos de junio pasado. Prefiere tantear el mercado y comprobar si sigue siendo buen momento para realizar esta operación.
De momento, la caja ha puesto a la venta 58 sucursales, de las que 40 están ubicadas en la Comunidad de Madrid, y 18 en el resto de España. Por esta operación tiene previsto ingresar unos 66 millones de euros.
A diferencia de lo que han hecho otras entidades financieras, la última BBVA, quien el viernes anunció la venta de parte de su red a un fondo inmobiliario de Deutsche Bank, Caja Madrid ha optado por empaquetar estas 58 sucursales para venderlas a sus clientes de alto patrimonios, para lo que utilizará su banco para ricos Altae, que será el encargado de vender este lote.
Si la operación es positiva y la oferta tiene aceptación será cuando la entidad madrileña amplíe el abanico de sucursales para su comercialización.
Esta fórmula no es nueva, Caixa Catalunya ya la puso en marcha hace unos meses, lo mismo que Banco Pastor, entre otros.
La institución madrileña necesita hacer caja como el resto de sus homólogas, ante las perspectivas de un próximo ejercicio peor que el actual. Esta venta se suma a la de su paquete de títulos de Bankinter que, tras cuatro años en su capital, ha decidido iniciar su salida del banco que preside Pedro Guerrero. Y desde junio ha vendido un 1,73%, operación por la que ha ingresado 45 millones, y su idea es aprovechar los picos de subida en Bolsa de estas acciones para seguir vendiendo el 3,05% que posee aún.
Tensión en la comisión electoral de la entidad
La situación de la comisión de control de Caja Madrid comienza a ser insostenible. Ayer se volvió a vivir un nuevo enfrentamiento por la petición de un sector mayoritario (aguirristas, PSOE, IU, y sindicatos ) para que el presidente del organismo, el gallardonista Fernando Serrano, se inhiba en la causa abierta por el juez a petición del Ayuntamiento de Madrid sobre el reparto de los consejeros cedidos por la Casa Real. Los aguirristas argumentan que si el juez llama a declarar a la comisión electoral, acusada de vulnerar la ley por el Ayuntamiento de Madrid, se daría el caso de que el que fuese a explicar la posición del órgano sería Serrano, cuando éste no representa a la mayoría de la comisión y además es Defensor del Contribuyente de la capital. Ante esta petición, Serrano suspendió la sesión, aseverando que esta cuestión no estaba en el orden del día de hoy. Nueve miembros de la comisión han solicitado una nueva reunión para mañana a las cinco de la tarde.