General Motors lanza un nuevo expediente en Figueruelas
La dirección de la planta de GM en Figueruelas presentó ayer el cuarto expediente de regulación en un año. En esta ocasión serán 600 empleados los afectados por una medida que finalizará el 31 de marzo de 2010, cuando se lance el nuevo Meriva.
La dirección de la planta de General Motors en Figueruelas, a las afueras de Zaragoza, presentó ayer un expediente de regulación de empleo que afectará a 600 trabajadores entre el 1 de noviembre de este año y el 31 de marzo de 2010. Se trata de la cuarta medida de este tipo que se aplica en la fábrica en los últimos doce meses. Su finalización coincidirá con el lanzamiento del nuevo Meriva.
El presidente del comité de empresa, José Juan Arcéiz, manifestó a CincoDías que el expediente no les "cogió por sorpresa", dado que la dirección ya había anunciado en febrero que una vez que se agotara el ERE en curso sería necesario enlazar con otro nuevo "porque la producción debe ajustarse a la demanda".
Arcéiz subrayó que va a "exigir para este nuevo ERE las mismas condiciones que se aplicaron en el primero". Es decir, que la empresa dé el 80% del salario, que tenga carácter rotatorio y que se excluya a los mayores de 55 años. Arcéiz explicó que la dirección se muestra dispuesta a aceptar estas condiciones.
El primer ERE aplicado en Figueruelas se inició en octubre de 2008. Los trabajadores consiguieron que la empresa aportara el 80% del salario meses más tarde. El descenso en las ventas, al que se unió la crisis financiera de General Motors, motivó un segundo expediente de 17 días para toda la plantilla.
A estos se añadiría el pasado julio un tercero de 15 días de duración, que se agotará este mes. Debido a las dificultades empresariales de la multinacional, las condiciones laborales de los ERE fueron empeorando. Ahora, se volverá a las condiciones iniciales. No obstante, lo que verdaderamente preocupa en Figueruelas es que el proyecto industrial de Magna pone en serio riesgo el futuro de la planta preferida de GM. De ahí que las negociaciones que se inician hoy en Rüsselsheim susciten más interés entre los trabajadores que el anuncio del nuevo expediente.
El dirigente sindical adelantó que ha "comunicado a Magna su exigencia de que se mantenga la actual estructura productiva" de la factoría. "Somos conscientes", explicó, "de que la producción debe ajustarse a la cartera de pedidos". Pero "lo que resulta inadmisible", prosiguió" es que se desvíe carga de trabajo hacia plantas donde la fabricación resulta más cara y, además, deben afrontarse inversiones que aquí ya están amortizadas". En su opinión, "eso es condenar a la factoría de Figueruelas a una muerte lenta por motivos políticos".
Respecto a las medidas de presión que pudieran adoptarse, Arcéiz asegura que "si Magna no cambia su plan, las protestas pueden ser durísimas". "Nos asiste la razón" y la manifestación del pasado sábado en Zaragoza, la mayor que se recuerda, demuestra que la población comprende los motivos que tenemos los trabajadores para exigir a Magna que cambie sus planes".
Hasta el 7 de octubre
Los países de la UE con plantas de Opel acordaron ayer darse hasta el 7 de octubre, tras las elecciones alemanas del próximo domingo, para analizar el plan de reestructuración presentado por Magna para hacerse con el control de la compañía.
La Comisión Europea se comprometió de nuevo a analizar cuidadosamente cualquier ayuda pública que se conceda a Opel con el objetivo de garantizar que no esté condicionada a criterios políticos sino que responda únicamente a motivos económicos.
Hoy, nueva cita en Rüsselsheim
El comité restringido europeo de General Motors se reúne hoy en Rüsselsheim para evaluar las repercusiones del plan de Magna, el comprador de Opel. Pedro Bona, representante español en el comité restringido, declaró ayer "que no resulta previsible" que se adopten decisiones importantes. "Magna ha vendido muy bien su plan en Alemania y no creo que, en vísperas de las elecciones, se anuncien modificaciones que afecten a Angela Merkel". Sin embargo, Bona subraya su convicción de que "Magna tendrá que modificar su plan, porque la oposición del resto de las plantas crece, la manifestación de Zaragoza ha impactado, el Reino Unido no acepta el tratamiento de Magna y Amberes se ha echado a la calle". Los sindicatos de Figueruelas se reunieron ayer para reiterar al fabricante que debe respetar el acuerdo del comité europeo de renunciar al cierre de plantas y de establecer un reparto de la producción en función de las fortalezas y capacidades de cada fábrica.
La cifra
229.400 unidades ha fabricado la planta de Figueruelas hasta el mes de agosto, un 28,9% menos que en 2008.