La empresa familiar dura más que el resto
Codorníu, Miquel Costas & Miquel, Gomà Camps y el grupo Osborne, son algunas de las empresas familiares españolas que nacieron antes del siglo XIX y que siguen en plena actividad en estos momentos. Según el informe Empresa Familiar: ni tan pequeña ni tan joven, elaborado por el IESE sobre una muestra de 2.254 firmas, las compañías con linaje son más longevas -perduran una media de 37 años- que las que no tienen un apellido detrás -31 años-.
El estudio demuestra, además, que este tipo de sociedades familiares puede llegar a alcanzar incluso los dos siglos de antigüedad, mientras que en ningún caso del resto de sociedades analizadas tuvieron tanta vigencia.
En España, el 57% de las firmas con ventas superiores a 50 millones de euros son empresas familiares. Su facturación equivale al 35 % del total de la muestra y dan empleo al 42%. Las 100 mayores empresas familiares facturaron entre 350 y 15.000 millones de euros, según el informe del profesor Josep Tapiés, patrocinado por Grupo Catalana de Occidente.
La investigación también destaca el importante papel de la empresa familiar en sectores como el de la alimentación, construcción, inmobiliario, comercio y metalúrgico. La unidad de la familia, el compromiso con el proyecto empresarial, la capacidad de innovar y la facilidad de adaptación manteniendo una filosofía propia son los principales aspectos que contribuyen a esa longevidad.