La CE aprueba la creación de tres órganos de supervisión europeos
La Comisión Europea aprobó ayer los proyectos legislativos para crear tres órganos de supervisión comunitarios (de banca, seguros y mercados bursátiles). La respuesta de Bruselas a la crisis se completa con la creación de un organismo que, bajo la tutela del BCE, vigilará los riesgos macroeconómicos del sector financiero.
Europa llegará hoy a la cumbre del G-20 en Pittsburgh con un gran tramo recorrido en su anunciada reforma del sistema de supervisión financiera. Y lo hace sólo 12 meses después de que la caída de Lehman Brothers acelerase la propagación de la crisis en el Viejo Continente. "Para Bruselas, ese plazo tan corto equivale a la velocidad de la luz", señaló el comisario europeo de Mercado Interior, Charlie McCreevy, durante la presentación de la reforma. EE UU también volvió ayer a anunciar que creará un supervisor bancario para todo el país, pero todavía no ha cerrado el proyecto.
El plan europeo, en cambio, se concretó ayer con la aprobación de los proyectos de directiva y reglamento que sientan las bases jurídicas de la futura estructura supervisora en Europa. El nuevo modelo pretende superar el ángulo nacional que todavía prevalece en la vigilancia de las grandes entidades financieras, incluso, en la de aquellas que operan en varios países.
"Los mercados ya no son sólo nacionales, sino europeos y globales. Así que, la supervisión debe ser también europea y global", señaló el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso.
Para lograr ese objetivo, Europa transformará en Autoridades de supervisión los tres comités consultivos que ahora se ocupan del sector bancario, del asegurador y de los mercados bursátiles. Los nuevos órganos estarán facultados para armonizar las normas que se aplican en todo el sector financiero y vigilar su cumplimiento y aplicación coherente en todos los países.
Las Autoridades asumirán además un liderazgo fundamental en la supervisión de las grandes entidades transfronterizas, hasta el punto de que podrán zanjar con una decisión vinculante los posibles conflictos entre los distintos reguladores nacionales. Los textos aprobados incluso contemplan que en el futuro se pueda centralizar la vigilancia directa de ciertas compañías financieras, con los bancos paneuropeos como principales candidatos a someterse en primer lugar a esa supervisión supranacional. De todos modos, la resistencia de Londres ha obligado a delimitar el alcance la capacidad de intervención de los tres órganos para garantizar que no invaden la soberanía presupuestaria de ningún gobierno. En caso de caída de un banco, por tanto, las Autoridades no podrán imponer a ningún país la obligación de inyectar capital o colaborar en un rescate con otros Estados.
Aun así, la previsible fortaleza de las nuevas Autoridades queda reflejada en un presupuesto anual que, según la CE, arrancará con 37 millones de euros y alcanzará los 68 millones en 2014. Los tres comités actuales sólo cuentan con ocho millones anuales en total. El aumento de la factura merecerá la pena, según la CE. "Es un presupuesto pequeño si se compara con los miles de millones gastados por los Gobiernos en rescatar al sector bancario", dice el organismo comunitario. "Sólo con que eviten que se repita una mínima parte de ese gasto, las nuevas autoridades estarán amortizadas".
El BCE logra un papel limitado en el nuevo marco
Cuando la crisis comenzó a arreciar, el Banco Central Europeo (BCE) se ofreció para asumir las nuevas responsabilidades de supervisión financiera. El presidente, Jean-Claude Trichet, invocó como ventaja el hecho de que se podrían otorgar los nuevos poderes al BCE sin necesidad de reformar el Tratado de la UE.Pero la oferta de Trichet ha sido en gran parte ignorada. El BCE sólo formará parte del nuevo Consejo europeo de riesgos sistémicos, un órgano de nueva creación encargado de alertar y prevenir los potenciales desequilibrios macroeconómicos generados por el sector financiero. Y ni siquiera tiene garantizada la presidencia de ese organismo porque al puesto podrán aspirar los gobernadores de todos los bancos centrales de la UE.Aún así, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, señaló ayer durante la presentación del proyecto que "si pusiéramos en un papel el nombre del futuro presidente y del vicepresidente, no creo que fuera muy difícil acertar".Ante la probable presidencia de Trichet, la prensa británica ya colocó ayer como candidato favorito para la vicepresidencia a Mervin King, el gobernador del Banco de Inglaterra que ha visto desplomarse gran parte del sector bancario de su país.El nuevo órgano, precisamente, se encargará de alertar a los países cuyo sector financiero esté incubando un riesgo sistémico. Los amonestados deberán acatar las recomendaciones o explicar convincentemente por qué prefieren desmarcarse.Almunia se mostró convencido de que "las consecuencias serán muy serias para los países que incumplan sin más las recomendaciones".
Estructura
La UE contará con tres Autoridades de supevisión (banca, seguros, y mercados bursátiles).Las Autoridades dictarán normas obligatorias y mediarán en los posibles conflictos entre los superviosres nacionales de una entidad financiera paneuropea.Las normas se aprobarán por mayoría cualificada. Las medidas de disciplina, por mayoría simple.Cada miembro de la autoridad dispondrá de un solo voto, sea cua sea su país de origen.