La CE advierte que los despidos en Opel no han de vincularse a las ayudas
Bruselas endurece sus avisos a los países miembros afectados por el caso Opel. La Comisión Europea advirtió ayer que "no aceptará" que la aportación financiera de cada país al plan de rescate de Opel se refleje en el número de despidos que se produzcan tras la venta de la compañía al grupo Magna. Es un aviso claro a los principales productores de la marca (España y Reino Unido), pero sobre todo a Alemania. Tanto España como Reino Unido creen que los 4.500 millones comprometidos por Alemania exigen que se minimice el impacto laboral en sus plantas
"La CE no aceptará que la ayuda estatal esté condicionada por la implementación de un plan de negocios, previamente discutido o negociado con los estados miembros, que defina la distribución geográfica de las medidas de reestructuración sin permitir a las empresas revisar sus planes si lo ven necesario", aseguró el ejecutivo comunitario.
Los representantes de Magna se sentarán el viernes con los representantes sindicales para negociar los recortes de empleo que, a su entender, necesita la empresa para ser viable. El comité reducido de GM aseguró ayer que no va a permitir "de ninguna manera" que se saque producción de Figueruelas para llevarla a Eisenach porque supondría despidos en España y tener que contratar trabajadores en la alemana.