Uno de cada cuatro parados se iría a otra ciudad para trabajar
El número de parados que ha rebajado sus exigencias para ser contratado ha aumentado un 75% en el último año. Más de 830.000 nuevos desempleados están dispuestos a mudarse y a optar por más de tres ocupaciones distintas.
Los desempleados están rebajando sus exigencias a la hora de demandar un empleo", explicaba ayer, Francisco Aranda, presidente de Agett, la patronal de las empresas de trabajo temporal (ETT). "Los datos evidencian un cambio de comportamiento", dice en relación a la información publicada por el servicio público de empleo que muestra como las dificultades para encontrar un puesto de trabajo han forzado a los parados a cambiar sus aspiraciones laborales.
El número de desempleados con mayor grado de ocupabilidad ha aumentado un 78,6% desde agosto de 2008, hasta alcanzar las 836.529 personas. El Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) considera dentro de este colectivo a quienes llevan menos de un año en el paro, están dispuestos a trabajar en una población distinta a la de residencia y aspiran a más de tres ocupaciones diferentes.
Las cifras indican que uno de cada cuatro desempleados, de los 3,629 millones registrados, estaría dispuesto a mudarse y a cambiar de oficio para conseguir un empleo. Esta tendencia se ha ido incrementado conforme ha avanzado la crisis. Mientras que en 2007 los desempleados con mayor disponibilidad eran menos que los de muy baja ocupabilidad, hoy día los primeros superan a los segundos en 10 puntos porcentuales. Aunque el SPEE no tiene éxito en la colocación de unos ni de otros, desde Agett demandan formación y seguimiento para los perfiles más bajos.
Son las mujeres y los mayores de 45 años quienes menos disponibilidad presentan, mientras que, por regiones, Extremadura alberga al personal menos empleable y Navarra al más disponible.
Menos opciones si recibes subsidio
El Servico Público de Empleo Estatal considera que los desempleados con menos posibilidades de obtener un trabajo son aquellos que no lo buscan fuera de su ciudad, llevan más de un año en el paro y optan a menos de tres ocupaciones distintas. En su página web, el antiguo Inem detalla que las posibilidades se reducen aún más para aquellos que son beneficiarios de la renta activa de inserción o del subsidio para mayores de 52 años. Desde Agett sostienen que la afirmación es extrapolable a los perceptores de la nueva ayuda de 420 euros a parados, dado que sólo la obtienen quienes ya han agotado el resto de seguros por desempleo. Pese a la escasa ocupabilidad de este colectivo y la baja tasa de colocación que presenta el SPEE, el Gobierno sigue manteniendo un presupuesto de gasto para la nueva renta que no alcanzaría para cubrir durante seis meses a todos los beneficiarios. La dudosa previsión del Ejecutivo es que estos parados obtendrán un puesto de trabajo en una media de cuatro meses y medio, lo que reduciría el coste de la medida.