Consecuencias impredecibles
Organizaciones empresariales y académicos repiten estos días que subir dos puntos el IVA supondrá incrementar la recaudación en unos 5.000 o 6.000 millones. Tales afirmaciones categóricas deben tomarse con cierta cautela, ya que una subida de impuestos tiene efectos sobre las percepciones y actitudes de contribuyentes y empresarios y, por tanto, afectan a la recaudación.
Ante un aumento del IVA, una empresa tiene dos opciones. La primera, inferir el incremento en el precio final de venta. Así, al ciudadano le resultará más caro adquirir ciertos productos, lo que previsiblemente supondrá una caída de la demanda y agudizará uno de los problemas de la economía española: la atonía en el consumo. Si ello se produce, una subida de dos puntos en el IVA no tendrá un efecto lineal sobre los ingresos fiscales.
Por otro lado, como han alertado CEOE y otras organizaciones patronales, en la situación actual, muchos empresarios para seguir siendo competitivos en sus respectivos sectores no tendrán margen para subir los precios. Así, el coste de aumentar el IVA no recaerá sobre el consumidor, sino que lo asumirá el empresario. Ello se traducirá en un descenso de los beneficios empresariales o en un aumento de las pérdidas. Y afectará al tercer gran impuesto, el de Sociedades, cuya recaudación suma dos años consecutivos cayendo.
Tanto el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, como el director general de Tributos, Jesús Gascón, mantuvieron durante el primer semestre del año que una subida del IVA resultaba problemática por el impacto negativo sobre el consumo, por los riesgos inflacionistas y por el probable aumento del fraude fiscal.
En el Ministerio de Economía aún recuerdan como, en la anterior crisis económica, el Gobierno subió dos puntos el tipo general y la recaudación no aumentó debido, según la Organización de Inspectores de Hacienda, al incremento del fraude. Sin embargo, el Gobierno ya ha decidido subir el IVA y también existen argumentos a su favor. La tendencia mundial en los últimos años ha sido incrementar los impuestos indirectos como el IVA y rebajar los directos (IRPF y Sociedades). En 2006, el tipo general de IVA en la UE se situaba, de media, en el 18,65% y, tres años después, se encuentra en el 19,4%. En cambio, el impuesto de sociedades ha pasado del 34,8% de promedio en 1999 al 23,5% en 2009. Sin embargo, la subida de los impuestos sobre el consumo que aprobará el Gobierno español contrasta con la política del Reino Unido que este año rebajó el IVA del 17,5% al 15% con el objetivo de reactivar la economía.
Alemania, por su parte, optó en 2007 por subir el IVA del 16% al 19% y ahora estudia una rebaja. Curiosamente, el anuncio de recortar impuestos se produjo poco antes de las elecciones legislativas alemanas, que se celebran este domingo. También Zapatero, casualmente, prometió la rebaja de 400 euros en el IRPF un mes antes de las elecciones.