El FMI aconseja la futura retirada de garantías a la emisión de deuda bancaria
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aconsejó hoy a los gobiernos que en el momento de retirar su intervención en los mercados comiencen con la supresión de las garantías a la emisión de deuda bancaria.
Esas garantías han fomentado la estabilidad financiera al mantener la liquidez en los mercados y revertir una caída en picado de las emisiones de deuda, que tocó su punto mínimo en octubre de 2008, tras el hundimiento del banco de inversión Lehman Brothers, según el Fondo.
Sin embargo, acarrean un coste potencial muy alto para el erario público. En la zona euro las garantías equivalen a casi el 16% del Producto Interior Bruto (PIB), en el Reino Unido al 11% y en Estados Unidos a algo más del 2%.
Además, distorsionan tremendamente el mercado, pues dado que el gobierno asume el riesgo, la entidad emisora puede prestar menos atención al peligro de sus operaciones, de acuerdo con el Fondo.
Laura Kodres, una de las directivas del departamento de asuntos monetarios y mercados de capitales del FMI, aclaró en una rueda de prensa que la institución "no promueve la retirada de las garantías en este momento" pues teme que se sequen las fuentes de financiación para los bancos.
Pero aunque ese día aún no ha llegado, el Fondo quiere que los gobiernos se pongan ya a elaborar sus planes para dar por terminadas las intervenciones públicas más profundas desde la Gran Depresión, según las denominó el propio organismo.
El FMI presentará sus conclusiones a los jefes de Estado y de Gobierno del G-20, que se reunirán el 24 y el 25 de septiembre en Pittsburg (EE UU).
Su principal recomendación, contenida en el Informe de Estabilidad Financiera Mundial divulgado hoy parcialmente, es que los gobiernos sean lo más transparentes posible para no asustar a los mercados.
"La comunicación clara sobre el desmantelamiento (de las medidas) -no limitada a cuándo comenzará, sino referida también a cómo está pensado el proceso en su totalidad- es importante para conservar la estabilidad del mercado y manejar las expectativas", agrega el informe.
El FMI evaluó positivamente en general las medidas adoptadas por los gobiernos, pues gracias a ellas los precios de algunos de los instrumentos financieros problemáticos han comenzado a estabilizarse y la emisión de deuda está repuntando.
En junio, las emisiones de deuda bancaria superaron los 700.000 millones de dólares, de los cuales más de 200.000 millones estaban garantizados por gobiernos.
Kodres no quiso pronosticar cuándo podrá eliminarse totalmente ese respaldo, lo que dependerá a su juicio de una mejora de las condiciones financieras con la caída de las primas de riesgo y el aumento de las transacciones interbancarias.
En todo caso, recomendó que los gobiernos coordinen la eventual retirada de las garantías para evitar que el dinero migre desde los países que las supriman a los que las mantengan.
El segundo paso para sacar la mano pública del sistema financiero sería vender las acciones adquiridas en la banca y poner fin a los programas para ayudarles a librarse de la deuda de mala calidad, pero esas medidas pueden esperar más, según el Fondo.
La entidad multilateral también dedicó un capítulo de su informe a la titulación, como se conoce a la venta de títulos que agrupan préstamos a inversores, que reciben los intereses de esos créditos como rentabilidad.
El aumento "galopante" entre 2005 y 2007 de los productos más complejos y opacos generados por ese proceso, donde la calidad de los préstamos era virtualmente desconocida, fue uno de los factores que llevaron a la crisis financiera, según los expertos.
No obstante, reanudar la titulación "es clave para limitar los efectos de la crisis", especialmente en Estados Unidos, según John Kiff, autor del estudio.
El proceso da a la banca acceso a fondos de inversores para extender créditos y sin esa fuente de dinero se verá obligada a prestar menos.
Para minimizar los peligros, el Fondo pidió la simplificación de esos instrumentos financieros, más transparencia en las entidades que los emiten y obligarlas a que se queden con parte de ellos, de forma que tengan un incentivo para valorarlos correctamente.