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Un año de crisis visto por... Nacho Azofra

"No sé de dónde sacarán el dinero algunos clubes"

El jugador que más veces vistió la camiseta del club colegial se ha convertido ahora en su máximo responsable deportivo. Una de las entidades más habituadas a las crisis afronta con optimismo otra temporada con dificultades.

Los sesenta años de historia del club de baloncesto Estudiantes son una permanente escapatoria de la desaparición. Para conocer cómo es posible una supervivencia tan larga y tan difícil, y si es posible aplicar recetas contra la crisis con esa experiencia, no hay mejor interlocutor que Nacho Azofra, que además es el protagonista de la nueva campaña de captación de abonos del club.

Con 60 años de supervivencia, ¿se agudiza el ingenio?

Ya lo creo. Aunque la verdad es que esta crisis nos pilla sin muchas formas de mejorar ya nuestra estructura… Tenemos una oficina comercial que funciona como creo que ninguna otra en la liga ACB. Pero también es cierto que somos un club como ningún otro: el único en España, y sólo hay otros dos en Europa, con equipo en primera división masculina y femenina, y una cantera de 1.000 chavales. Que es muy cara: todos tienen su equipación, entrenadores, preparadores físicos, médicos, una clínica de fisioterapia etcétera.

¿Se agrava la situación con la coyuntura actual?

Todas nuestras vías de ingresos se han recortado. Es más difícil conseguir que las empresas se interesen por la venta de palcos o la presencia en ciertos actos, con lo cual hemos tenido que rebajar nuestro caché. También se han reducido las ayudas del Ayuntamiento y de la Comunidad. Y, para colmo, cuando aún nos quedaba un año de contrato con nuestro patrocinador principal, éste se ha ido, y además, al club rival. En fin, todo son dificultades. Hemos confeccionado un equipo más barato, pero espero que suficiente para no pasar aprietos.

Esos recortes afectan también a los otros equipos de baloncesto. ¿Se han rebajado, en consonancia, las fichas de los jugadores?

Algo, pero no tanto como esperaba. Ha habido equipos que han pagado cifras en la línea de años anteriores. Aunque lo difícil no es firmar, sino pagar durante los diez meses siguientes…

¿Habrá equipos con problemas?

Por el bien del baloncesto, no lo deseo. Pero ya los hubo el año pasado. Así que no me extrañaría que algún club pase apuros, porque no sé de dónde van a sacar el dinero.

El espíritu del Estudiantes es el de sacar a gente joven, ¿se mantiene esa apuesta este año?

Es nuestra marca de fábrica. Además, aquí no es que esperemos que los jóvenes asuman responsabilidades: es que o lo hacen o nos vamos a pique… Aunque también hay que rodearles de veteranos que sirvan de ejemplo.

En lo personal, ¿le sorprendió la virulencia de la crisis?

Desde hacía años, me escamaban los datos de la situación inmobiliaria en España: hechos como que la construcción aquí superara las cifras de Alemania y Francia juntas. Aunque yo mismo invertí parte de mis ingresos como jugador en el ladrillo, siempre pensé que la situación era insostenible. Otro factor fue la Bolsa, de cuyo comportamiento cíclico no esperaba ayuda en caso de dificultades. Y la vorágine de buen vivir de hace años está pasando factura a muchas familias que no fueron prudentes y vivieron al límite de sus ingresos.

¿Cómo cree que puede salirse de la situación?

Está claro que nuestro problema concreto es la dependencia de la construcción, así que habría que diversificar la economía como se ha hecho en otros países que ahora tienen mejores perspectivas. Los bancos, que han sido responsables de la crisis con ciertas aventuras, pero que parecen fuertes, deberían contribuir más.

Una estrella que viaja en metro

Si el Estudiantes es un club heterodoxo, otro tanto puede decirse de Nacho Azofra, uno de sus símbolos. Ni siquiera en su condición de máximo responsable deportivo del club ha variado costumbres como la de acudir al trabajo cada día en transporte público. "Es que los atascos me pueden, me sacan de mis casillas. En Madrid, lo más práctico es moverse en metro. Si viviera en las afueras… bueno, entonces me compraría una moto", explica. Tras su retirada, no terminó su carrera como físico, se compró una casa en el campo, e invirtió además en fondos, porque "no valgo para meter el dinero en una empresa si no estoy encima". Ahora, dice que se apaña con el sueldo al mando de Estudiantes, "nada espectacular, pero más que suficiente si no tienes que pagar hipoteca", y confía en que la plantilla que ha elaborado pueda evitar el peligro de descenso que amenazó en años anteriores: "Es un equipo ajustado, pero creo que suficiente. Estar entre los ocho primeros será difícil con los presupuestos a los que nos enfrentamos, pero igual a última hora, si los jóvenes funcionan, damos alguna sorpresa…".

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